lunes, 4 de febrero de 2013

"¿NO HAY DINERO PARA LA EDUCACIÓN PÚBLICA?"


La Plataforma por la Escuela Pública de Aranjuez nos envía el artículo publicado en el blog ECONOMÍA ALTERNATIVA Acción Universitaria dela UCM 

¿NO HAY DINERO PARA LA EDUCACIÓN PÚBLICA?
Es el argumento más utilizado para justificar los recortes en la educación pública y en los servicios públicos en general, pero si nos detenemos un poco a analizar cómo ha evolucionado la producción y distribución de la riqueza en el estado español, vemos que no es más que un recurso ideológico para mistificar la realidad.
De hecho, ahora mismo existe más riqueza que nunca en esta sociedad. Si observamos la evolución del Producto Interior Bruto (PIB), el valor monetario de todo lo producido en un año, se puede ver un incremento constante a lo largo de las últimas décadas. De hecho, a día de hoy producimos más del doble de lo que producíamos en 1980. Aún con los efectos de la crisis, la “tarta” total a repartir es mucho mayor que antes de que se iniciasen los procesos de austeridad y de recortes sociales.
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Fuente: INE
La cuestión es que la riqueza está desigualmente distribuida, se está amasando en los bolsillos de los capitalistas y estos no quieren que se invierta en los servicios públicos. Si analizamos cómo ha evolucionado la participación de los salarios en la renta total: la distribución de la riqueza producida entre la que se retribuye a los trabajadores en forma de salario y la que se retribuye a los capitalistas en forma de beneficios, vemos que con el tiempo los trabajadores reciben una porción cada vez menor de la “tarta” total.
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Fuente: AMECO
Ya en el año 2002, en plena época del “España va bien”, el 1% más rico de la población tenía el 12,4% de la riqueza total, mientras que el 40% de la población más pobre llegaba apenas al 9,4%. El 10% más rico, a su vez, controlaba el 40,2% de la riqueza total.
¿Cómo es que está tan mal distribuida la riqueza? Pues a base de contra-reformas laborales y de la disminución del salario relativo. También a base de reducir la presión fiscal sobre los más ricos: cada vez menos impuestos y todas las facilidades para evadir, hasta llegar a un sistema fiscal regresivo, en el que los que más tienen no son los que más contribuyen.La eliminación del impuesto sintético sobre la renta ha conllevado que, mientras las rentas del trabajo tributan a tipos cada vez mayores, las rentas del capital, tributan a un tipo único y ostensiblemente más bajo (45% de marginal máximo el trabajo, 23% el capital).
El resultado de todo esto, es, entre muchas otras cosas, unos servicios públicos poco financiados, que ahora además están a punto de recibir el golpe de muerte. Ya en el 2008, el gasto público como % del PIB en el estado Español era de los más bajos de la UE, los recortes no harán más que profundizar esta desigualdad.
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Fuente: UNESCO
En conclusión, de la riqueza generada con el esfuerzo de todos, una minoría se apropia de la mayor parte de ella mientras nuestros servicios públicos se recortan y deterioran gravemente. Esta minoría no va a acceder voluntariamente a una redistribución más equitativa que permita mantener y mejorar los servicios públicos, por lo que tendremos que imponérsela a través de una presión real que surja de la movilización social.

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