- El paro no afecta a los exámenes que se han celebrado con normalidad, según el rector
- Los sindicatos cifran el seguimiento entre el 65 y el 75% y la Universidad, en el 30%
A las ocho y media de la mañana, con los pitidos a una veintena de metros de distancia, el profesor termina de pasar lista para el examen de Biomateriales en la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El docente, con bata blanca, ha ido a trabajar. Lo más importante es el examen, explica: “Lo hacemos para no perjudicar a los alumnos”. Al fondo del pasillo, se oyen los gritos de “¡Huelga, huelga!”.
La UCM, con casi 84.000 alumnos y unos 10.000 trabajadores, vive hoy y mañana su primera huelga propia en más de 20 años. La semana pasada la aplazaron, pero esta vez no. No se había convocado ninguna protesta interna similar desde que los trabajadores se levantaron contra el rector Gustavo Villapalos en 1992 en la negociación de un complemento para las plantillas.
Ahora, el que está al frente es el rector José Carrillo, aupado a su primer mandato precisamente por la misma gente que, en este primer día de huelga, compone mayoritariamente el piquete que recorre las facultades: sindicatos y Personal de Administración y Servicios (PAS). “Es mi primera huelga, normalmente estoy al otro lado”, ha dicho este mediodía Carrillo.
El piquete que ha recorrido durante cuatro horas el centro del campus ha ido engordando a lo largo de la mañana hasta superar varios centenares de personas a las puertas del Rectorado, justo mientras Carrillo convocaba a la prensa para señalar que el seguimiento es “mínimo” y que la protesta no ha afectado a los exámenes, que se han celebrado o se trasladan a otras fechas si el profesor está de huelga. El rector ha destacado la “normalidad” en casi todas las facultades, excepto en Ciencias de la Documentación, donde había un clavo en el candado de la entrada que ha retrasado la apertura o en Geografía, que también tenía la cerradura bloqueada. La Universidad ha cifrado el seguimiento del PAS en un 30% y no ofrece datos de los profesores. Un portavoz explica que no los pueden cuantificar porque "no fichan". La estimación sindical oscila entre el 65% que calcula CC OO y el 75% que indica UGT. Incorporan a los profesores en sus cálculos tras un chequeo por el campus, explican
En un recorrido por cinco facultades de las 26 de la Complutense (Odontología, Medicina, Farmacia, Geología y Biología), este periódico ha comprobado que los exámenes previstos para hoy se han mantenido en todos los casos. Algunas bibliotecas, como la León Felipe de Farmacia, han cerrado porque no formaban parte de los servicios mínimos, que incluyen a un trabajador para la conserjería y al gerente.
Según señalaban en las conserjerías de los centros visitados, el principal respaldo a los paros ha provenido del Personal de Administración y Servicios. “Los profesores no fichan, es imposible saber cuántos han venido”, explicaban en la Conserjería de Geología y Biología.
“¿Vosotros tenéis claro por qué estáis aquí? ¿Estáis de acuerdo con la ley de Educación? Porque si nosotros lo hemos tenido jodido, no sabéis lo que os espera”, ha irrumpido a gritos un espontáneo que se ha colado en el aula de Fisiopatología ante la mirada atónita del profesor y los alumnos. El motivo de la movilización es evitar un recorte de sueldos que el Rectorado califica de “inevitable”. La Complutense, con una deuda de 150 millones de euros, ha recibido 47 menos de presupuesto en este ejercicio. Han recortado en distintas partidas hasta llegar a los sueldos. En la reunión que concluyó el lunes por la noche, el Rectorado se plantó en 7,5 millones a rascar de las nóminas. Se llegó a barajar la posibilidad de un acuerdo a partir de seis millones pero los sindicatos quieren que se recorte de otras partidas sin que esa cantidad salga de los sueldos, explica Mar Pérez (UGT).
Sobre la mesa, un preacuerdo firmado por todos el 28 de diciembre (la Complutense y los cinco sindicatos que convocan: CC OO, CSI- F, CSIT- UP, SAP y UGT) en el que se comprometían a aplicar de forma “universal, proporcional y progresiva” la reducción en las nóminas de sus 10.000 trabajadores. Al PAS, que algo más de un tercio de la plantilla (3.326), se le recortarán 3,8 millones y otros 3,7 a los profesores, los otros dos tercios (6.289). Los sindicatos creen que este reparto incumple el preacuerdo y el Rectorado considera que se respeta el espíritu del documento porque los profesores sufrieron ya un recorte en un complemento autonómico eliminado el curso pasado (5,7 millones, según sus estimaciones).
Mañana hay prevista una nueva convocatoria de huelga y dos más los días 13 y 14 de febrero. El Rectorado dice que no se volverá a sentar hasta que no se desconvoque la huelga. “No tiene sentido negociar con pitidos en la puerta”, ha dicho Carrillo. Los sindicatos piden que se continúe en la negociación a pesar de la protesta.
Álvaro Manzanares, estudiante de 4º de Ingeniería Química, ha terminado hoy un examen de Ingeniería Mecánica justo cuando el piquete entraba por su pasillo. “Ni siquiera sabía que había huelga”, ha señalado al salir. El alumno, de 21 años, volverá a examinarse mañana: “Ahora nos fastidian a nosotros, es absurdo. Deberían convocarla en época de matrículas”
Ahora, el que está al frente es el rector José Carrillo, aupado a su primer mandato precisamente por la misma gente que, en este primer día de huelga, compone mayoritariamente el piquete que recorre las facultades: sindicatos y Personal de Administración y Servicios (PAS). “Es mi primera huelga, normalmente estoy al otro lado”, ha dicho este mediodía Carrillo.
El piquete que ha recorrido durante cuatro horas el centro del campus ha ido engordando a lo largo de la mañana hasta superar varios centenares de personas a las puertas del Rectorado, justo mientras Carrillo convocaba a la prensa para señalar que el seguimiento es “mínimo” y que la protesta no ha afectado a los exámenes, que se han celebrado o se trasladan a otras fechas si el profesor está de huelga. El rector ha destacado la “normalidad” en casi todas las facultades, excepto en Ciencias de la Documentación, donde había un clavo en el candado de la entrada que ha retrasado la apertura o en Geografía, que también tenía la cerradura bloqueada. La Universidad ha cifrado el seguimiento del PAS en un 30% y no ofrece datos de los profesores. Un portavoz explica que no los pueden cuantificar porque "no fichan". La estimación sindical oscila entre el 65% que calcula CC OO y el 75% que indica UGT. Incorporan a los profesores en sus cálculos tras un chequeo por el campus, explican
En un recorrido por cinco facultades de las 26 de la Complutense (Odontología, Medicina, Farmacia, Geología y Biología), este periódico ha comprobado que los exámenes previstos para hoy se han mantenido en todos los casos. Algunas bibliotecas, como la León Felipe de Farmacia, han cerrado porque no formaban parte de los servicios mínimos, que incluyen a un trabajador para la conserjería y al gerente.
Según señalaban en las conserjerías de los centros visitados, el principal respaldo a los paros ha provenido del Personal de Administración y Servicios. “Los profesores no fichan, es imposible saber cuántos han venido”, explicaban en la Conserjería de Geología y Biología.
“¿Vosotros tenéis claro por qué estáis aquí? ¿Estáis de acuerdo con la ley de Educación? Porque si nosotros lo hemos tenido jodido, no sabéis lo que os espera”, ha irrumpido a gritos un espontáneo que se ha colado en el aula de Fisiopatología ante la mirada atónita del profesor y los alumnos. El motivo de la movilización es evitar un recorte de sueldos que el Rectorado califica de “inevitable”. La Complutense, con una deuda de 150 millones de euros, ha recibido 47 menos de presupuesto en este ejercicio. Han recortado en distintas partidas hasta llegar a los sueldos. En la reunión que concluyó el lunes por la noche, el Rectorado se plantó en 7,5 millones a rascar de las nóminas. Se llegó a barajar la posibilidad de un acuerdo a partir de seis millones pero los sindicatos quieren que se recorte de otras partidas sin que esa cantidad salga de los sueldos, explica Mar Pérez (UGT).
Sobre la mesa, un preacuerdo firmado por todos el 28 de diciembre (la Complutense y los cinco sindicatos que convocan: CC OO, CSI- F, CSIT- UP, SAP y UGT) en el que se comprometían a aplicar de forma “universal, proporcional y progresiva” la reducción en las nóminas de sus 10.000 trabajadores. Al PAS, que algo más de un tercio de la plantilla (3.326), se le recortarán 3,8 millones y otros 3,7 a los profesores, los otros dos tercios (6.289). Los sindicatos creen que este reparto incumple el preacuerdo y el Rectorado considera que se respeta el espíritu del documento porque los profesores sufrieron ya un recorte en un complemento autonómico eliminado el curso pasado (5,7 millones, según sus estimaciones).
Mañana hay prevista una nueva convocatoria de huelga y dos más los días 13 y 14 de febrero. El Rectorado dice que no se volverá a sentar hasta que no se desconvoque la huelga. “No tiene sentido negociar con pitidos en la puerta”, ha dicho Carrillo. Los sindicatos piden que se continúe en la negociación a pesar de la protesta.
Álvaro Manzanares, estudiante de 4º de Ingeniería Química, ha terminado hoy un examen de Ingeniería Mecánica justo cuando el piquete entraba por su pasillo. “Ni siquiera sabía que había huelga”, ha señalado al salir. El alumno, de 21 años, volverá a examinarse mañana: “Ahora nos fastidian a nosotros, es absurdo. Deberían convocarla en época de matrículas”
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