MANIFIESTO LEIDO EL 4 DE FEBRERO DEL
2012 EN LA MARCHA VERDE POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA EN PARLA
No debe ser una casualidad que esta
marcha que nos ha traído hasta aquí haya partido desde la
PLAZA DEL AGUA. Quizá algunos no conozcáis el origen de ese
nombre, pero los ya veteranos recordáis que procede del empeño de nuestro
pueblo en una reivindicación histórica y fundamental para garantizar su futuro:
que el Canal de Isabel II, ese que ahora quiere también privatizar la Comunidad de Madrid,
acometiera la inversión y las correspondientes obras de infraestructura
necesarias para que el suministro de agua llegara hasta la ciudad, garantizando
así la regularidad y la calidad del preciado líquido de la vida. Los ciudadanos y ciudadanas de Parla se
echaron entonces, como hoy, decididamente a la calle, cortaron días y días las
carreteras y pagaron un alto precio hasta conseguir el sueño que conmemora hoy
esa plaza.
Todos creíamos que, como aquel, otros
sueños se habían ido haciendo realidad desde aquellos lejanos años
setenta. El de una educación pública de
calidad para todos y todas parecía uno de los más firmemente consolidados. La posibilidad de que todos los niños y
jóvenes de nuestras ciudades y pueblos tuvieran la oportunidad de hacer
realidad sus aspiraciones, de alcanzar sus metas, de vivir sus sueños parecía
ya una conquista irreversible en pleno siglo XXI. Sin embargo, las circunstancias que se viven
hoy en nuestros colegios e institutos nos transportan, como en una pesadilla,
hasta aquellos ya lejanos años. Algunos
datos acerca de la situación educativa de Parla hoy parecen confirmar, desde
luego, esa desagradable impresión:
- Faltan cientos de plazas en las
escuelas infantiles y casas de niños, habiéndose recortado significativamente
los presupuestos y las horas de trabajo con las familias.
- En todos los centros educativos
existen aulas (alrededor del 30 %) con un número de alumnos que supera las
ratios establecidas.
- Se han perdido muchos espacios
comunes (laboratorios, bibliotecas,…) para la habilitación de nuevas aulas en
los colegios porque ya no se construyen centros públicos nuevos.
- Los recursos de apoyo a la escuela
como Equipos de Atención Temprana o de Orientación Educativa y Psicopedagógica
se encuentran estancados, a pesar del notable incremento del alumnado.
- Los IES han perdido, sólo en el
presente curso, entre un 10 y un 15 % de su plantilla, con las consecuencias
que ello está suponiendo en cuanto a la eliminación de desdobles, reducción de
horario de atención a familias, eliminación de materias optativas y actividades
extraescolares, cierre o limitación en servicios de biblioteca, guardias,
control de recreos… desatención al alumnado de educación compensatoria o
necesidades educativas especiales…
- Ausencia de vacantes en los ciclos
formativos de grado medio y superior.
- Masificación en las aulas de
Educación Permanente de Adultos…
La lista de agravios, incluyendo el
desempleo de un importante número de profesionales, podría ampliarse indefinidamente, en contraste
con la de beneficios económicos y fiscales aplicados a los centros privados y
concertados. ¿No parece apuntar esta situación hacia nuevas
fórmulas de gestión educativa que, si no lo son, resultan muy similares a un
proceso de privatización de la escuela pública?
No debemos consentirlo. No podemos permitir que el esfuerzo y la
labor desarrollada por tanta gente durante tanto tiempo se pierda ahora en esta
ola de desprestigio de lo público en aras del ahorro y el recorte en el
gasto. Porque LA EDUCACIÓN NO ES
GASTO, ES INVERSIÓN. Por eso ahora, como
hicieron entonces los que nos precedieron, tenemos que continuar exigiendo unas
condiciones dignas para la educación de ciudadanos y ciudadanas libres,
críticos, preparados para ganar el futuro.
Tenemos que seguir rechazando los recortes en nuestra enseñanza pública,
que no son otra cosa que los recortes de nuestras esperanzas y de nuestra
capacidad de soñar. Se lo debemos a aquellos, a los que nos precedieron, pero
también y, sobre todo, nos lo debemos a nosotros mismos y a los que están por
llegar.
Por todo ello, queremos cerrar este
acto rememorando a Federico García Lorca y proclamar, a imitación de su Romance Sonámbulo
Verde, que te quiero
verde,
verde futuro de
España,
de escuelas sin recortar
y maestros en sus
aulas.
Contra aquellos
mercaderes
que a nuestra escuela
amenazan
se elevan todas las
voces
verdes como la
esperanza.
La marea verde ruge,
unidas cien mil
gargantas,
que la escuela no se
vende,
porque no se vende el
alma.
Verde, que te quiero
verde…
Marcha Verde Parla.wmv (mareaverdevc, 05-02-2012)
Marcha Parla.wmv (aceitunas2010, 04-02-2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario