La jornada del 29 M ha sido, ante todo, una muestra de enorme coraje que han dado multitud de
trabajadores y trabajadoras.
Los millones de trabajadores que han secundado los paros lo han hecho jugándose su puesto de trabajo, pero a sabiendas de que se han traspasado unas líneas rojas tras las que es más cierto que nunca eso de
si luchas puedes perder, si no haces nada estás perdido.
Miles de trabajadores de la enseñanza en la Comunidad de Madrid han seguido la huelga y han estado
presentes en las manifestaciones, a despecho del enorme desgaste que supone todo un curso en el que se ha estado en 11 jornadas de huelga y una, dos o tres tardes semanales en asambleas, concentraciones y acciones de diversa índole. Agotados física y económicamente, pero hemos estado donde había que estar.
Infinidad de gente joven ha estado en la calle, como parte de la clase trabajadora, dejando claro que habrá quien recoja el testigo y que van a saber defenderse. Multitud de jóvenes respiraron el aire de fraternidad, solidaridad y fiesta que conlleva esta clase de luchas. Fueron los estudiantes de la Universidad Complutense los que bloquearon, a primera hora de la mañana, la A6 en Moncloa... Esperaban tener un rebaño de esclavos, pero lo que vimos ayer era un masivo grito de
Miles de personas también han pasado una noche de vigilia apoyando los piquetes desplegados en todas
las localidades, desafiando la intimidación que ha supuesto el despliegue de más de tres mil agentes
antidisturbios en la Comunidad de Madrid y la presencia de varias dotaciones de las fuerzas de seguridad en cada una de las innumerables rotondas que existen en nuestro territorio.
La derechona insiste en que el seguimiento de la huelga ha sido abierto, que se podía desayunar sin problemas en el bar y que los taxis les llevaban con normalidad a la Bolsa, pero suponemos que se fijaron en que nadie había recogido la basura, que Telemadrid no mentía y que en muchos kioscos no podían comprar
Si es verdad su versión de que no pasaba nada, veremos que cara se les queda cuando, con toda
probabilidad, esta primavera se convoque una nueva huelga general.
Esa misma derechona se pone el traje de demócrata e insiste en que esta jornada de lucha no puede
desafiar la legitimidad que da una mayoría absoluta en las urnas, demostrando que no han entendido en
absoluto lo que es la democracia (votó o dejó de votar por infinidad de razones –y sólo una ínfima minoría tras analizar los programas de los partidos-, pero es aventurado decir que se estaba refrendando el despido libre, la inyección masiva de dinero público en la banca privada o el desmantelamiento de los servicios básicos. No se cuestiona la democracia, es la lucha de clases, estúpidos. [...]
Lee el comunicado completo en la web de STEM
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