La importancia de la educación y de los maestros es reconocida desde la antigüedad: Aristóteles no lo dudaba cuando dijo que «Aquellos que educan bien a los niños merecen recibir más honores que sus propios padres, porque aquellos solo les dieron vida, pero éstos el arte de vivir bien». Y Pitágoras decía “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres” y “educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”.
Carlos Olalla. La placenta del universo.
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