Lucía Figar está preocupada porque es una política ambiciosa y piensa que esto puede ser una mancha demasiado grande para su futuro político
en la Administración, y sobre todo en la Consejería, hay mucha gente que no está de acuerdo con las medidas de la Consejera y con la gestión educativa de la Presidenta
Si seguimos así, con este nivel de participación, de movilización, de protesta, de información en los medios... y, sobre todo, si damos otra lección en las huelgas de los días 4,5 y 6 en las que estará convocada toda la comunidad educativa, no van a poder resistir tanta presión.
Lo que no debe bajar ni lo más mínimo es el nivel de las movilizaciones que rodean a la huelga y de la presión mediática: en las webs, los blogs, los foros, la prensa, twitter... Eso hay que mantenerlo porque está llegando clarísimamente a la sociedad.
Ánimo. De verdad que las cosas se están haciendo muy bien.
Internet esta llena de notas como estas que transmiten de ánimo y valoración positiva, ¡la marea verde se extiende!.
Quien lo crea, bien; y quien no, también..
Digamos que conozco a alguien que conoce a alguien. Y este segundo alguien es un alguien con un puesto importante en la Administración. Muy importante.
La situación, tras la enorme movilización demostrada la semana pasada, está así (y repito, no es opinión mía, sino de alguien que me inspira total confianza):
Esperanza Aguirre y Lucía Figar están ciertamente desconcertadas y sorprendidas por todo el movimiento que se ha creado. No esperaban, ni de lejos, tanta resistencia y tanta unión. No saben qué hacer, porque tienen vías abiertas por todos los flancos. Hay voces discordantes en su partido con la forma en la que han llevado este asunto. Lucía Figar está preocupada porque es una política ambiciosa y piensa que esto puede ser una mancha demasiado grande para su futuro político. Ella es la delfina de Espe, que nadie lo dude. Piensa que si esto se le va de las manos, su futuro político puede estar comprometido. Y, ciertamente, la situación no la tiene controlada ni mucho menos (y es lo que más la agobia). De ahí el nerviosismo en las entrevistas y los tópicos a los que recurre siempre: el ataque a la profesionalidad de los profesores y la politización de esta protesta.
Pero hay otra cosa más importante aún: en la Administración, y sobre todo en la Consejería, hay mucha gente que no está de acuerdo con las medidas de la Consejera y con la gestión educativa de la Presidenta. Ni en el fondo, ni en las formas, ni, desde luego, en el objetivo principal que persiguen, que no es otro que el que expresó Esperanza sobre los tramos educativos no obligatorios. Y no son 3 o 4 los que no están de acuerdo con ellas. Son muchos. Lo que pasa es que ellas no se dejan aconsejar por los verdaderos profesionales de la Educación que trabajan para la Administración. Pasan olímpicamente de ellos. ¿O alguien ha escuchado alguna voz de la Consejería que no sea la de Lucía Figar y sus 3 o 4 lugartenientes?
Si seguimos así, con este nivel de participación, de movilización, de protesta, de información en los medios... y, sobre todo, si damos otra lección en las huelgas de los días 4,5 y 6 en las que estará convocada toda la comunidad educativa, no van a poder resistir tanta presión.
Está en nuestras manos. Sinceramente, es casi imposible hacerlo mejor de lo que lo estamos haciendo. No la caguemos y sigamos igual. Cada iniciativa cuenta y suma. Las huelgas y la manifestación del 20, de verdad, han hecho mucho daño. Muchísimo.
Dejemos que las Asambleas hablen y valoren lo que ha pasado estos días. Se han conseguido cosas (que nadie dude que si se están reforzando mínimamente algunos centros y se están llamando a algunos interinos es por toda la presión que hemos llevado a cabo y por las denuncias públicas constantes). Las Asambleas tienen que pensar qué es mejor con respecto a las huelgas. Evidentemente, no se pueden parar en las 3 ya realizadas. Pero quizás tampoco sea conveniente forzar la situación hasta un límite al que haya compañeros que no puedan llegar. Lo que quiero decir es que, igual es más productivo hacer 3 días de huelga cada 2 semanas a un 70-80%, que 3 días de huelga indefinida con porcentajes menores. No lo sé, eso tendrán que hablarlo los claustros.
Lo que sí pediría a estos claustros es sinceridad en los compromisos. Si se hacen sondeos, que sean fiables. Y que se tomen las decisiones más acertadas. Otro éxito en la huelga de la primera semana de octubre, como decía antes, sería un palo muy gordo para la Administración y la Consejería.
Lo que no debe bajar ni lo más mínimo es el nivel de las movilizaciones que rodean a la huelga y de la presión mediática: en las webs, los blogs, los foros, la prensa, twitter... Eso hay que mantenerlo porque está llegando clarísimamente a la sociedad. Mientras el problema de la Educación Pública sea noticia, estaremos en disposición de conseguir muchas más cosas. Si esa noticia se apaga, habremos perdido buena parte de las posibilidades.
Pero que nadie se desanime, por favor. Esto es una partida de ajedrez muy larga y muy complicada. Y cualquiera que juegue al ajedrez sabe que la prisa y la precipitación son los peores enemigos del buen jugador. Hay que tener calma y pensar mucho las jugadas.
Ánimo. De verdad que las cosas se están haciendo muy bien. Que sea la Administración la que se ponga nerviosa, porque nosotros llevamos la razón, no lo olvidemos.
Un saludo.
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