Pero a pesar de las medidas de precaución que se han impuesto en los centros educativos por acuerdo entre el Gobierno y las comunidades autónomas, tales como mascarillas, controles de temperatura y un protocolo sanitario si hay un positivo, nadie espera que haya menos contagios que en su entorno, siempre teniendo en cuenta que el nivel de transmisión entre niños es "bastante más bajo que entre la población en general", como destacaba este lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón.

"El colegio lo que no va a hacer es disminuir la transmisión en la población en la que estás. Eso sería un milagro. Tú estás agrupando a mucha gente y lógicamente, por muy bien que lo hagas es difícil que no se traduzca la transmisión local en el ambiente del colegio. Lo que sería un drama es que la multiplicara. Ahí sí que sería un desastre, y sería evidente que hay que cerrarlos", afirma Bassat.

En todo caso, coincide con el diagnóstico de que si se aplican las medidas adecuadas en los colegios el riesgo de transmisión es "asumible y bajo". "Casi toda la evidencia sugiere que si se hacen bien las cosas en el interior de la escuela, los colegios no son acontecimientos supercontagiadores. Hay excepciones, pero en general es cuando lo has hecho muy mal, como cuando abrieron en Israel sin ningún tipo de medidas de prevención, argumentando que los niños no transmitían el virus, y tuvieron que cerrarlos porque tenían brotes por todas partes".

Como asegura el profesor de Psicología de la UOC José Ramón Ubieto "va a ser inevitable vivir con miedo este curso, la estrategia no pasa por eliminarlo sino por intentar acotarlo para familiarizarnos y aprender a vivir con algo que aún es extraño como este coronavirus".

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