Profesores Cristian@s de la Educación Pública nos envía esta entrevista publicada en rivasciudad.es:
Con la fe en lo público. Conoce a este colectivo de docentes cristianos, integrante también del movimiento Marea Verde.
"La pública debería ser el modelo de escuela que vertebre el sistema educativo". Así de contundente se muestra Juan Carlos, jefe de estudios de un instituto de Vicálvaro y uno de los fundadores de Profesores Cristianos por la Escuela Pública, un colectivo que nació hace tres años al calor de las movilizaciones conocidas como la Marea Verde.
Sus componentes enseñan en centros educativos públicos y les une el mensaje de Jesús de Nazaret y la defensa a ultranza de los valores simbolizados por una "escuela pública de todos y para todos". Así reza el eslogan del movimiento ciudadano que pelea desde 2011 contra los recortes en Educación y al que identifican las camisetas de color verde que lucen en la foto el grupo entrevistado.
Auxi y Marisol son profesoras de un colegio público de Rivas. Ambas optan por destacar el carácter no beligerante que identifica a este grupo de docentes. "A mí me enganchó al grupo que aquí se destina igual energía a la propuesta que a la protesta", concreta Marisol, que además es madre de un niño y una niña que también estudian en uno de los 27 centros públicos del municipio.
Este talante, basado en el diálogo sin cortapisas, les ha llevado a organizar debates públicos a los que han invitado a representantes de la jerarquía de la Iglesia y a responsables de la Consejería de Educación (en concreto a Lucía Figar, consejera del ramo). Hasta la fecha han tenido mejor respuesta en el obispado.
"No cabe duda de que pondríamos una china en el zapato de la Comunidad de Madrid si nuestro mensaje crítico se conociera mejor. Seguro que nos convertiríamos entonces en una fuente de problemas", aclara Andrés, residente en Rivas y que desempeña, desde hace años, el cargo de jefe de estudios en un IES.
LA LEY DE LOS GUETOS
Gran parte de los componentes de este colectivo creyente ha acumulado experiencia docente enseñando en colegios públicos de barrios con un alto índice de exclusión social y económica. Denuncian que los nuevos planes educativos, en concreto la LOMCE (popularmente conocida como Ley Wert), recientemente aprobada, son fábricas de guetos.
"Los actuales responsables priman sobre todo los intereses de los centros privados-concertados. Y lo triste es que estos colegios, financiados con dinero público, excluyen a las familias más desfavorecidas que no pueden pagar las cuotas que se les exige", subraya Marga, con plaza de funcionaria en educación infantil.
"Desgraciadamente, el ambiente político está dominado por la crispación y eso hace que no se pueda debatir libremente sobre nada. A las primeras de cambio te tachan de esto o de lo otro", señala Alberto, profesor de educación física en un instituto público.
De etiquetas sabe mucho este colectivo de docentes que no oculta sus creencias. "No hacemos ostentación de nuestra fe en el centro, pero tampoco la ocultamos. En realidad, muchas de nuestras decisiones beben del Evangelio y coinciden con las de compañeras y compañeros ateos o agnósticos", indica Marga. Y completa: "Cuando dices 'cristiano' tienes que explicar mucho. A menudo nos toca aclarar que hay muchas maneras de poner en práctica tus creencias".
AULAS LIBRES DE RELIGIÓN
Otra de las cuestiones que aleja a este colectivo de la postura oficial de la jerarquía de la Iglesia es su posición contraria a que se enseñe Religión, sea ésta la que sea, dentro de las aulas de los centros públicos. "No estamos en contra de que las familias eduquen a sus hijos e hijas en la religión que profesen. Con lo que no podemos comulgar es con que se haga en una escuela pública que debe ser laica por definición", explica Juan Carlos. "Sí que estamos a favor, en cambio, de que se estudie Historia y Cultura de las Religiones o el Hecho Religioso".
Cuando se les pregunta sobre cuáles son las causas que impiden una salida dialogada a la situación de enfrentamiento actual, no albergan dudas en su respuesta. En su opinión, el Gobierno actual ha optado por favorecer los intereses de la Iglesia como institución y de ciertas empresas que quieren lucrarse con el concierto educativo. "Los obispos han preferido mirar por sus intereses antes que fijarse en el interés común", sostiene Andrés.
"De hecho, la LOMCE (la ley educativa vigente) refuerza el poder que tiene la Conferencia Episcopal dentro de las aulas, ya que facilita que cada vez más alumnado se apunte a la clase de Religión, y eso les sirve como argumento para seguir defendiendo que este país es católico y aconfesional", completa.
Las profesoras y profesores cristianos que imparten clase en centros públicos son más partidarios de promover la doctrina social de la Iglesia, que se basa en la defensa de la justicia social y la lucha contra la pobreza y que ha tomado como bandera el actual Papa Francisco, que los crucifijos en las aulas o el rezo del rosario.
Este grupo de gente comprometida con valores comunes a creyentes y no creyentes, se ha obstinado en dar a conocer su causa aunque es consciente de que se han tomado represalias contra compañeros suyos que se han mostrado críticos con la política educativa de la Comunidad de Madrid. No obstante, no pretenden ser mártires y apuntan: "Como colectivo, no hemos sentido miedo a lo que nos pueda ocurrir por defender aquello en lo que creemos".
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