Manuel Jiménez tiene 35 años y está sufriendo los recortes en educación por varios frentes. Jiménez había dado clases de Tecnología en Castilla-La Mancha como interino durante los dos últimos cursos. Había dejado su trabajo como arquitecto la primera vez que le llamaron. En este curso iba a continuar; en agosto de 2011 le habían dado plaza en un instituto de Yepes. Sin embargo, cuando estaba a punto de empezar, el Gobierno castellanomanchego incrementó dos horas lectivas a los profesores, lo que causó una merma de docentes; y cayó el puesto de Manuel. “Me movilicé para decir que, a pesar de lo que contaba el Gobierno, los recortes sí estaban afectando a las aulas y que yo soy la prueba”, afirma.
Entretanto, decidió que, mientras cobraba el paro, se concentraría en preparar las oposiciones que debían celebrarse en 2012 en Castilla-La Mancha. Se apuntó a una academia en Madrid. Pero el plan se le fue al traste: a últimos de enero la mayoría de autonomías anunciaron que no harían esos exámenes; entre ellas estaba Castilla-La Mancha. Las restricciones presupuestarias marcadas por el Gobierno central obligan a ofrecer muy pocas plazas y las autonomías prefirieron no convocar oposiciones y acumular la oferta de este año para sumársela a la del próximo, explicaron. “Entre unas cosas y otras yo ya estaba muy indignado”, cuenta.
Sin embargo, un rayo de esperanza se le abrió a Jiménez con la insistencia del Gobierno de Andalucía en que no solo iban a convocar, sino que iban a ofrecer muchas plazas: 2.389 plazas. Así que se repuso y siguió estudiando y pagando la academia con la intención de presentarse al examen andaluz en junio.
Pero poco después de las elecciones andaluzas, el Gobierno central decidió bloquear ese examen al presentar un conflicto ante el Tribunal Constitucional, pues consideran que la oferta de plazas es 7,5 veces superior a lo que permite la ley. No aceptan los cálculos de la Junta. Ahora, las oposiciones están bloqueadas, al menos hasta noviembre, y hay muchas probabilidades de que finalmente se ofrezcan 318 puestos en lugar de los más de 2.000 anunciados. Desde octubre, a 130 euros mensuales de cuota más 30 euros de transporte, Jiménez lleva gastados 1.120 euros en sus oposiciones.
Él es uno de los miles de profesores interinos que se han quedado en el paro en los dos últimos años y tiene pocas posibilidades de que le vuelvan a llamar. Se espera que los recortes previstos dejen en la calle a unos 20.000 docentes (según calcula el ministerio) o 40.000 (según el PSOE) más el próximo curso. También es una de las 100.000 personas que los sindicatos estiman que se pueden estar preparando unas oposiciones que tampoco está claro que lleguen en 2013.
Ahora, a punto de que se le acabe el paro, no sabe muy bien qué será de su futuro. Cuenta con el respaldo de su pareja (pronto se casarán), que también es profesora, pero ella, funcionaria.
Publicado en El País.
No hay comentarios:
Publicar un comentario