Contra la utilización partidaria de la universidad pública por quienes la atacan. No a la distinción para Díaz Ayuso
A fecha de hoy, por lo que se conoce públicamente, el Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid mantiene su intención de conceder una distinción de “Alumna ilustre” a la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid y presidenta del PP en la región. Una dirigente que no reúne ningún mérito para ser reconocida por una universidad pública. Al contrario, dada su constante actuación contra los servicios públicos, tanto en la sanidad como en la enseñanza en particular, y más específicamente en la Universidad. Dada, asimismo, su posición anticientífica (véase al respecto, por ejemplo, la carta pública de María Belén Rodríguez de Fonseca, catedrática del Departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la Facultad de CC. Físicas; carta secundada por decenas de colegas de dicha facultad).
La decisión es más grave al tratarse de una universidad cuyo presupuesto depende mayoritariamente de la administración regional, es decir, la administración a cuya cabeza está la dirigente política a la que se quiere condecorar. Aún empeora más la situación que todo esto esté ocurriendo a pocos meses de unas elecciones… precisamente para dicha administración. Las autoridades de una universidad pública no deberían adoptar una posición política partidaria que compromete a la institución que dirigen.
La intención del rectorado es un auténtico disparate, que devalúa gravemente la dignidad de la universidad y su imagen
Desde el momento mismo en que se conoció esta pretensión, se han desplegado numerosas iniciativas de rechazo y, concretamente, ha habido recogidas masivas de firmas de la plantilla, del estudiantado actual y previo, de profesorado de otras universidades de aquí y extranjeras, de trabajadoras y trabajadores de otros sectores –especialmente del sanitario, que hoy lucha contra el desmantelamiento que trata de imponer el Gobierno regional–, de secciones sindicales (CCOO, CGT y UGT), asociaciones estudiantiles y de la ciudadanía en general. Sectores todos ellos alarmados y escandalizados ante semejante despropósito.
En definitiva, se expresa ampliamente en la propia Universidad Complutense, y más allá, que la intención del rectorado es un auténtico disparate, que devalúa gravemente la dignidad de la universidad y su imagen, incluso internacionalmente. No se puede condecorar a quien no tiene mérito académico alguno, ni una posición de apoyo a la universidad y a los servicios públicos –justo lo contrario–, que además utiliza su posición mediática para defender postulados anticientíficos. Posicionando partidariamente a una universidad pública, menos aún en un contexto ya preelectoral.
Podemos imaginar perfectamente las presiones que habrá recibido y seguirá recibiendo el rector, Joaquín Goyache. Podemos imaginar incluso que “le hayan colado un gol”. También imaginamos que se le amenace con afectar la financiación de la universidad. Es decir, que se le chantajee, práctica habitual del gobierno regional del PP, apoyado ahora por Vox (y sabemos que ceder a un chantaje sólo sirve para estimular el siguiente chantaje). Podemos imaginar, en conclusión, que esté tentado a sucumbir a las amenazas y el chantaje. De hecho, así lo indica el hecho de que, cuando escribimos esta nota, el rectorado mantenga su plan de condecorarla. Seguramente esté tentado de alegar que no tiene alternativa, que es inevitable mantener dicho plan.
Condecorar a Ayuso no es sólo una cuestión testimonial, sino que supone decantar la universidad en un sentido contrario a lo que debe definirla
Porque podemos entender que al rector le asuste parar los pies a quienes quieren utilizar la universidad para su interés particular, contrario al de la institución que preside. Pero ser rector implica tomar decisiones y hay momentos, como éste, en el que la decisión que se adopte tiene un significado que va más allá de lo simbólico. Condecorar a Díaz Ayuso no es sólo una cuestión testimonial, sino que supone decantar la universidad en un sentido contrario a lo que debe definirla: garante del derecho democrático a la educación en el nivel superior y de promoción del conocimiento científico y su divulgación.
El rector está a tiempo. No puede alegrar que sea inevitable. Hay un dilema, lo sabe, debe resolverlo y lo va a hacer, en un sentido u otro.
Una opción es la que acabamos de señalar, inmolar el digno nombre de la Universidad Complutense de Madrid, convirtiéndola públicamente en un instrumento del PP regional. Sacrificar el buen nombre de la Complutense, por el que miles de trabajadoras y trabajadores de ella, junto con decenas de miles de estudiantes, nos esforzamos cada día; un nombre que es referente internacional por ese esfuerzo colectivo. Sacrificarlo por el interés partidario, electoral, de quien ataca a la universidad pública de forma constante, con sus palabras y, sobre todo, con sus actuaciones. De quien impugna el conocimiento científico.
El rector tiene que optar por ser el rector de intereses ajenos a la universidad o ser el rector de la universidad digna de este nombre
La otra opción, porque tiene una alternativa: apoyarse en quienes desarrollamos ese esfuerzo, en el profesorado de la universidad y el conjunto de la plantilla, en el estudiantado, en el conjunto de sectores sociales que reivindican, con toda la legitimidad, la universidad pública que necesitamos, como decíamos, para garantizar el derecho a la educación y la promoción de la ciencia. Esta opción, la opción digna y valiente, es declarar públicamente que se ha equivocado –rectificar es de sabios– y que, para no perseverar en el error, corregir su decisión, revocando la concesión de una distinción universitaria a la autoridad administrativa de la que depende fundamentalmente la financiación de nuestra universidad; menos adecuada aún, si cabe, estando ya en época preelectoral.
Con esta opción se granjearía sin duda el apoyo de los sectores que defendemos la universidad. Porque el dilema que enfrenta el rector, que no puede negar, es sencillo de resumir: tiene que optar por ser el rector de intereses ajenos a la universidad o ser el rector de la universidad digna de este nombre.
Quedan pocos días para llegar a culminar la ignominia que se prepara [el acto está previsto para el 24 de enero]. El rector está a tiempo. Seguramente haya quien le asesore que no incomode a la “poderosa” Díaz Ayuso. Incluso tal vez le menten las elecciones al rectorado que también se deben celebrar esta primavera (aunque difícilmente puede imaginarse mejor campaña electoral para él que la actuación digna y valiente a la que le instamos). Ser rector es una responsabilidad muy grande. Joaquín Goyache puede desempeñarla de forma acorde a lo que la institución requiere o desvirtuarla, poniéndola al servicio de intereses partidarios, ajenos y, de hecho, contrarios a los que definen verdaderamente toda universidad pública (sabedor como debería ser, además, de que Roma no paga traidores).
Si actúa como corresponde al rector de la Universidad Complutense de Madrid, contará con nuestro apoyo. Si no, nos encontrará enfrente gritando muy alto “no en nuestro nombre”, porque Díaz Ayuso es non grata en la universidad pública.
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Xabier Arrizabalo es profesor de la Universidad Complutense y representante sindical en su Junta de Personal Docente e Investigador por CCOO. Forma parte del grupo que, desde la Facultad de Económicas, lanzó una de las iniciativas de recogida de firmas contra la distinción a Díaz Ayuso.
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Firmas:
1. Xabier Arrizabalo Montoro, trabajador de la UCM y miembro de la Junta de Personal Docente e Investigador por CCOO.
2. Guillermo Rojo Rodríguez, estudiante de la Facultad de Económicas de la UCM y miembro de Economía Alternativa.
3. Francisco Javier Murillo, Profesor de Económicas de la UCM, CCOO.
4. Mario del Rosal, Profesor de Económicas de la UCM, CCOO.
5. Jesús Escribano Martínez, responsable de PDI del equipo de universidad de la FREM CCOO, Facultad de CC. Matemáticas.
6. Elena Fuentes Herrero licenciada en Psicología UCM, afiliada a UGT.
7. Miguel Cuervo Frías, estudiante de la facultad de Económicas de la UCM y miembro de Economía Alternativa.
8. Nerea Mendaza Sagastizabal, estudiante de la facultad de Económicas de la UCM y miembro de Economía Alternativa.
9. Yeray Bedate Rayo, estudiante de la Facultad de Económicas de la UCM y miembro de Economía Alternativa.
10. M. Alejandra Casique, estudiante de la Facultad de Económicas de la UCM y miembro de Economía Alternativa.
11. Alejandro Álvarez, estudiante de la Facultad de Económicas de la UCM y miembro de Economía Alternativa Frederico Augusto Veloso Torres, estudiante UCM.
12. María José Díaz Santiago, Profesora de la Facultad de CC. Políticas y Sociología, UCM, CCOO.
13. Javier del Río, Profesor de la Facultad de CC. Física, UCM, Miembro de la Junta de PDI por CCOO.
14. María Ángeles Ciprés, Profesora de la Facultad de Filología, Miembro de la Junta de PDI por CCOO.
15. Ana María Almódovar Pérez, Profesora de la Facultad de CC. de la Documentación y Miembro de la Junta de PDI por CCOO.
16. Asunción Bernárdez Rodal, Profesora de la Facultad de CC. de la Información y Miembro de la Junta de PDI por CCOO.
17. Consuelo Gómez de Castro, Profesora de la Facultad de CC. Químicas y Miembro de la Junta de PDI por CCOO.
18. Enrique Olmedo, profesor de Filosofía de Instituto.
19. Natalia Daza, enfermera del Hospital Ramón y Cajal.
20. Pilar, exalumna de Filología Inglesa, UCM.
21. Cristina, exalumna de la Escuela de Óptica, UCM.
22. Izaskun Arrizabalo Montoro, Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas por la UCM.
23. Santiago Pastor Llord, Ingeniero Técnico Aeronáutico por la UCM.
24. Marisa Madrid Cenalmor. Licenciada en Sociología y delegada de CCOO.
25. Iratxe Arrizabalo Madrid, doctoranda en Teatro de la UNA.
26. Jesús de Blas Ortega, doctor en CC. Económicas por la UCM y profesor de Historia en Secundaria.
27. Piedad Sánchez García, licenciada en Filología Clásica por la UCM. Profesora jubilada de Griego en Secundaria.
28. Ángel Reyero Hernández, Profesor de Secundaria, afiliado a UGT.
29. Julián Rodríguez Aragón. Licenciado en CC. Económicas por la UCM.
30. Juan Torres Martín, profesor Matemáticas de Secundaria.
Puedes consultar todas las firmas en ctxt.es
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