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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Los directores de instituto de Madrid denuncian que cada centro tiene cuatro profesores de baja por COVID a diario que no se cubren ( Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es)

 Artículo de Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es

  • "Estamos solos", describe el presidente de la asociación de directivos la gestión educativa de la Comunidad, que lamenta que se impongan medidas sin consultar y que no hayan llegado los 70.000 ordenadores prometidos
30 de septiembre de 2020

"Estamos solos". Esteban Álvarez, presidente de Adimad, la asociación de directores de instituto de Madrid, ha cargado duramente este miércoles contra la gestión educativa de la Comunidad de Madrid durante la pandemia y ha dibujado un panorama preocupante –según su descripción– en los centros, que se sienten abandonados por una Consejería que nunca les ha consultado para tomar medidas sino que las ha impuesto, que no está al otro lado del teléfono cuando hace falta, donde los protocolos cambian y no responden a las necesidades de los centros y no llegan los medios tecnológicos ni sanitarios prometidos ni se sustituyen las bajas de profesores, según ha denunciado.

Álvarez ha desglosado una serie de problemas acuciantes que sufren a diario para los que no encuentran solución. El quizá más grave, ha explicado, es que cada instituto está teniendo de media 4-5 profesores de baja por COVID cada día que no se sustituyen (sean positivos o sospechosos de serlo, mientras esperan el resultado de las PCR), a los que hay que sumar las bajas habituales por otras razones, que en otoño suelen ser relativamente altas. "Esto iba a requerir una agilidad en las sustituciones tremenda, había que tenerlo muy preparado. No es fácil conseguir profesores para tantos centros", admite Álvarez. "Había que priorizar para que no se pierdan más horas lectivas". No se hizo.

A estas bajas y los problemas académicos que conlleva la falta de docentes se suman las de los alumnos, otras tres o cuatro al día, que conforman un problema sanitario en los centros. "Esto implica un número de casos al día que obliga a ese miembro del equipo directivo nombrado como responsable COVID a estar todo el día no haciendo su función principal, sino a ejercer prácticamente de rastreador", explica Esteban. Sin embargo, estas bajas no se traducen en cierres de aulas porque el protocolo no lo contempla así: como en Secundaria no hay "grupos estables de convivencia" y los alumnos tienen que llevar mascarilla, no se consideran contacto estrecho de un posible caso positivo.

El problema se agrava, ha explicado Álvarez, con una Consejería de Educación ausente. "Queremos que el contacto con la Dirección General de Salud Pública funcione", ha pedido en alusión a esa línea telefónica a la que deben llamar los colegios pero que comunica sin parar porque cuenta con tres profesionales para atender a más de 4.000 centros. "Necesitamos una respuesta en tiempo y forma a los problemas de los centros, que son muchos. Y no nos vale personal administrativo, necesitamos personal sanitario", ha añadido.

La contratación de este personal sanitario para los centros (solo han llegado 30 de las 300 enfermeras previstas) y que les permitan utilizar las plataformas tecnológicas que consideren (la Comunidad de Madrid ha vetado el uso de las herramientas de Google en los centros públicos) son otras de las reivindicaciones de Adimad. "Tenemos la sensación, con casos como estos, de que no nos están dejando trabajar", lamenta Álvarez.

Adimad sostiene que la Comunidad tampoco ha distribuido los medios que había prometido, a excepción del profesorado (aunque este llegara a última hora). "A nivel académico se ha establecido la semipresencialidad a partir de 3º de la ESO, lo que requiere una serie de medios que no disponen los centros. Se habló de 70.000 dispositivos y 6.000 cámaras. No han llegado ni uno. Se habló de la mejora de las redes de los centros. No se ha producido. Estamos compitiendo entre nosotros por los geles, las alfombrillas sanitarias, teniendo que ir a polígonos a comprarlas", ha descrito.

La falta de medios informáticos está afectando a la docencia, que se estableció semipresencial a partir de 3º de Secundaria. "Estamos teniendo los mismos problemas que en junio, pero con un problema añadido: hay que atender a los alumnos en casa y clase. No hay instalación ni medios para mantener la actividad lectiva con los alumnos en el aula y su casa. No hay redes e infraestructuras. Estamos prestando nuestro material informático [de los centros], pero como tenemos alumnos en el instituto también los necesitamos nosotros", explica el representante de los directores madrileños.

Álvarez ha dibujado un panorama en el que la Consejería va a la suya desde la primavera, sin consultar las medidas con los afectados, como se ha hecho en regiones como la Comunidad Valenciana, y que va cambiando de opinión según van pasando los días. En el que todo llega tarde y mal. Una consejería que en primavera les comunicó (no negoció) unos criterios para la vuelta al cole, que el 28 de agosto cambió los escenarios para crear otro nuevo, echando por tierra el trabajo en los centros de todo el verano, y que este cambio de criterio viniera sin aviso ni agradecimiento. "La sorpresa fue –además del cambio en sí– que nos dijeran que no había cambios, que estaba previsto así. Habría sido de agradecer, a la vista del trabajo que hicimos, que reconocieran al menos un cambio de opinión", ha valorado Álvarez.

El presidente de Adimad ha cerrado realizando una llamada a la responsabilidad de cada uno: "Exigimos que todas las medidas se pongan en marcha de forma inmediata y que cada uno asuma la responsabilidad y las consecuencias de las medidas adoptadas, lo que suele ocurrir pocas veces", ha afirmado Álvarez, aunque también ha matizado que no les corresponde a ellos pedir la dimisión de nadie. "Hace unos días el consejero nos envió una carta agradeciéndonos nuestro trabajo y colaboración. Nosotros lamentamos mucho no tener nada que agradecer", ha cerrado.

Entradas relacionadas:

NP de la FAPA sobre la modificación de la Orden del precio de comedor

 La FAPA Francisco Giner de los Ríos nos envía esta nota de prensa:

Estimadas/os amigas/os:

Remitimos enlace a la nota de prensa que acabamos de publicar en donde denunciamos que la Consejería de Educación al modificar la Orden por la que se establece el precio del menú escolar, se olvida de las familias perceptoras del ingreso mínimo vital, además de saltarse en su tramitación la participación preceptiva del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid.

Enlace a la nota de prensa:
www.fapaginerdelosrios.org/documentos?EntryId=2454&Command=Core_Download

Recibid un cordial saludo
FAPA FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS

info@fapaginerdelosrios.es
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www.youtube.com/user/FAPAGinerdelosRios

martes, 29 de septiembre de 2020

Paramos pero no nos detenemos: La huelga indefinida se convierte en huelga instrumental (CNT-AIT Madrid)

Reproducimos la información que publica CNT-AIT MADRID

Tras quince días de huelga, cerramos la etapa de lucha colectiva a través de la huelga indefinida pero no vamos a desconvocar ante las muchas peticiones de trabajadoras vulnerables que a título individual nos piden que mantengamos la convocatoria para protegerlas. Por tanto, aunque La Asamblea de Docentes por la Huelga Indefinida y el Sindicato de Enseñanza e Int. Social de CNT-AIT Madrid están trabajando en la continuidad de la lucha por medios, por ahora, diferentes a la huelga, sigue vigente la legalización de dicha huelga hasta el 20 de octubre (acabamos de legalizar esa nueva fecha ampliando el 30 de septiembre inicial).
El balance de estos quince días conlleva una serie de logros pero también ha mostrado una serie de limitaciones que no queremos ocultar.
Si queremos mencionar algunas limitaciones de esta lucha, es obvio que no hemos encontrado herramientas para llegar a una parte importante de la comunidad educativa pese a la situación crítica que estamos viviendo estas semanas con una vuelta al cole donde se pone en riesgo a la comunidad educativa por la escasa aportación de recursos para evitar contagios, por el grado extremo de improvisación y la falta de rigor y seriedad científica para organizar la vida en los centros. Es significativo que hemos sido escuchadas por muchas trabajadoras que nos ha dado la razón (ni una sola trabajadora ha rebatido la tabla reivindicativa de esta huelga) pero que, sin embargo, no han considerado movilizarse por una razón u otra. También resulta poco alentador comprobar que los sindicatos que podríamos llamar “de clase” han mostrado una mayor capacidad para desmovilizar que para movilizar.
Pese a todo preferimos quedarnos con los aspectos positivos de estas semanas:
– Esta lucha ha fortalecido un movimiento asambleario que desde el 2011 se encontraba dormido. No obstante, la pandemia ha debilitado el potencial asambleario al obligarnos al uso de herramientas online que en ningún modo pueden sustituir a las asambleas presenciales.
– Estos quince días de huelga han recuperado fórmulas eficaces de reivindicación como los piquetes informativos (por poner solo un ejemplo) frente a las fórmulas “imaginativas” que ridiculizan las luchas de las trabajadoras de la enseñanza al convertirlas en un circo.
– Las trabajadoras implicadas en esta lucha han puesto todo su pundonor en llevar las reivindicaciones hasta todos los centros posibles y han evitado la tentación de esperar que alguien hiciera por ellas esa tarea. Cada jornada de huelga ha sido una jornada de trabajo para la huelga.
– Las personas que se han implicado en estas movilizaciones han formado un grupo humano envidiable.
Como colofón queremos señalar que, a pesar de no haber conseguido los principales objetivos que nos planteamos inicialmente, esta huelga es lo que se debía hacer y, desde luego, no solo no nos arrepentimos de su convocatoria, sino que estamos orgullosas de ella. La huelga, cuando está cargada de apoyo mutuo, sigue siendo la herramienta más eficaz de la clase obrera contra la violencia de los poderes económicos.
La transformación en huelga instrumental
Si eres trabajador o trabajadora de la enseñanza madrileña no universitaria en situación de vulnerabilidad tienes que saber que nuestro sindicato ha legalizado huelga hasta el 20 de octubre. Ante la falta de interés de la Consejería de Educación por ofrecer soluciones a este personal nos vemos en la obligación de realizar esta convocatoria para proteger a quien le nieguen una baja médica pese a su salud y no se vea capaz de ir a trabajar con la exposición al Covid19 que hay en los centro educativos.
Hasta el día 30 de septiembre los servicios mínimos son reducidos: el equipo directivo y poco más como podrás ver en la convocatoria que abajo adjuntamos.
Desde el 1 al 20 de octubre la administración ha impuesto unos servicios mínimos abusivos que suponen un docente por grupo, por lo que muchas trabajadoras de la enseñanza podrían perder su posibilidad de huelga si el equipo directivo de su centro le comunicase su nombramiento como servicio mínimo.
Para una información más precisa debéis leer los servicios mínimos que adjuntamos a continuación:

¿Son fuertes las instituciones? (Manuel Menor)

Manuel Menor nos envía este artículo:



La propia Ciencia es puesta en cuestión por quienes tienen que tomar decisiones que no se atreven a tomar.

Cuando se habla de las instituciones, no queremos tener en cuenta que son fórmulas organizativas que los humanos nos damos para que parezca que somos racionales. Olvidamos el lado irracional que también tenemos, que puede hacer que se queden vacías de sentido mientras seguimos diciendo que son fuertes o débiles, cada cual según vea o le interese.

¿Cogobernanza?

Hace nada, la abanderada reunión de la Puerta del Sol insistía en la unidad y la cogobernanza; nos vendían la idea de que se iban ayudar mucho el gobierno autonómico y el central, porque lo importante era la salud de los ciudadanos. Faltaron unas horas para que el criterio teórico decayera; cada cual por su lado y con los intereses electoralistas primando sobre lo principal. Nadie se atreve o no quiere tener la responsabilidad de tomar las medidas más convenientes para atajar el problema y cada día que pasa entra más en crisis la cuestión organizativa de este país. Para llegar tarde ya han dado bastantes muestras desde el mes de marzo y para ponerse palos en las ruedas unos a otros también, y no parece que la tan invocada “responsabilidad individual” de los ciudadanos sea capaz por sí sola de arreglar lo que no le corresponde: qué se haya hecho con la atención primaria, los rastreadores, la infraestructura sanitaria pública o la investigación científica. Qué decir de lo no hecho en el ámbito educativo, donde las aulas, los profesores y los medios on-line se arbitran en cada sitio a su manera.

De los cambios de criterio respecto a cómo gestionar la pandemia hemos tenido amplia experiencia en estos meses. Siempre hemos dudado de que fueran criterios “científicos” los que primaban, simplemente porque es increíble que la propia ciencia sea un compuesto aséptico e indiferente a cuestiones de intereses e ideologías. Sucede con la ciencia algo parecido a lo que la nueva elegida para jueza del Supremo de EEU, Amy Coney Barrettt, dijo de su imparcialidad ante la ley pese a sus prejuicios ultraconservadores a la hora de tratar asuntos controvertidos. 

Tan poco serios somos en las decisiones supuestamente científicas respecto a la COVID-19 que siempre hemos podido ver variaciones no solo en las mediciones y sus propios criterios no coincidentes -pues ni siquiera sabemos la cifra de fallecidos- y, sobre todo, en las maneras de aplicarlos en lo que supuestamente servía de baremo para conocer y decidir sobre el problema. Que había otras interferencias en las decisiones era evidente: la economía y especialmente la de algunos sectores primando sobre otros, prestos a la hora de reclamar o indicar soluciones que no solucionaban nada, fue inmediato. Cada cual a lo suyo, sin coherencia común.

Y lo que acaba de suceder era predecible: siendo tantas las cabezas pensantes en 17 comunidades, la cogobernanza no podía ser tan maravillosa como nos decían. Desde el principio, fueron visibles múltiples discordancias en cuanto al control principal y ahora es más visible la secuencia de lo ocurrido, hasta el punto de que, en Madrid, lo que antes se dijo ya no vale, porque, según su guión ideológico, hay que decir exactamente lo contrario, válido ahora aunque hace dos días no lo fuera. Al parecer, la ciencia o los criterios científicos –ahora de 500 casos por cada 100.000 habitantes- no sirven, porque no es lo mismo un territorio que otro: Madrid no es igual que otros territorios. Pero no dicen que tampoco es lo mismo el Norte que el Sur de Madrid; la “diagonal de Madrid” es sobradamente conocida por muchos sociólogos, con un diferencial de más de cuatro años de esperanza vida por el mero hecho de haber nacido en una u otra vertiente de esa línea nada imaginaria que va del NW al SE madrileño. ¡Qué más da! Llevamos así desde que hay memoria de los barrios madrileños en la literatura documental, sin que nadie le haya puesto remedio a esta modernidad de cada momento del pasado: es una curiosidad antropológica, excepcional para el turismo de proximidad.

Ignorancia selectiva

La mitad de los artículos de Larra en los años 30 del siglo XIX podrían repetirse como si no hubieran pasado casi dos cientos años; no hemos aprendido nada; sería romper una tradición de ignorancia selectiva. Nos ahorramos imaginación:  una buena parte de los dibujos de Goya en sus extraordinarios cuadernos –el Cuaderno C, sobre todo- valen para ilustrar noticias de ahora mismo. Y entre tanta improvisación que sigue a tanta supuesta reunión para seguir discutiendo y no encontrar criterios a compartir, vuelve a tener cierta razón el refrán tonto: “reunión de pastores oveja muerta”. Los casos de contaminación crecen y la muerte acecha en cada esquina a los más despistados o en situación de riesgo por edad, pobreza o directa exclusión social: si no sabemos el número de mayores fallecidos por esta pandemia, menos sabremos el de quienes se hayan muerto por abandono o dejadez, indiferentes a si son galgos o podencos quienes les hayan hincado el diente mortal.

Mientras, gana la partida la Covid-19 y tampoco parece que pierda el tiempo el desmantelamiento de la asistencia pública y la reconversión del bienestar común en cotización privada: cada cual vaya viendo cómo se las apaña para entenderse con lo que le caiga, sobre todo en asuntos de salud, edad biológica y, si está en edad de tener hijos a su cargo, respecto a la educación de sus hijos. ¿Para qué querremos entonces las Autonomías y el propio Estado, si no va a servir para proteger a todos, sino tan solo para que unos pocos estén tranquilos en lo que al fin será enteramente suyo?  ¿Quiénes los atenderán cuando todos los demás hayan perecido? Antonino Nieto, poeta excelso de Verín  (Ourense), acaba de escribir: “A veces pienso en llamarte, madre. ¿Estás bien? ¿Qué me cuentas de todo esto que nos diluye…?”

Manuel Menor Currás
Madrid, 28.09.2020





29-9-2020: Marcha educativa "Por una escuela digna. ¡Dotación YA!" CEIP Ángel Nieto (18:00 h, Avda. de las Suertes. Parque de la araña)

 


Pasado el inicio de curso, seguimos con las mismas carencias en el CEIP Ángel Nieto.

✅ Falta la dotación para las aulas.

✅ Faltan recursos de limpieza.

✅ No sé han iniciado las obras de la fase 2.

✅ No sé han ejecutado las reformas solicitadas de la fase 1.

➡️ No podemos permanecer en silencio viendo cómo se juega con la educación de nuestros hijos e hijas.

Apoya al CEIP Ángel Nieto acudiendo a la marcha que terminará en la puerta principal del colegio.

Por seguridad, cumple con las normas obligatorias: 
mantener la distancia recomendada y acudir con mascarilla 😷

La vuelta al cole se olvida del acoso escolar (Sara Plaza Casares para ELSALTODIARIO.COM)

ELSALTODIARIO.COM publica esta información



La hija de Sandra lleva tres años sufriendo acoso escolar en el cole. Este año se sorprendía al ver que en el nuevo curso, y tras la repartición de las clases según las nuevas directrices, debería de seguir conviviendo con su agresora pero esta vez en un grupo más reducido: su grupo burbuja. “Fui al centro para solicitar un cambio de clase y me lo denegaron bajo ningún pretexto. Solo que no se podía y punto”, explica Sandra, que, tras esto comenzó a moverse y a contactar con diferentes asociaciones. “A los cinco o seis días por la tarde recibí una llamada del centro para decirme que se había concedido el cambio de clase”, explica.

En su caso Sandra ha conseguido enmendar la situación, pero no siempre se está llegando a buen puerto. Lo confirman tanto desde la Asociación Madrileña contra el Acoso Escolar (Amacae) como desde la plataforma contra el bullying Suspenso al Racismo. “Ya nos hemos encontrado quejas de que en los grupos burbujas se mezclan víctima y acosador o que a la víctima se la ha aislado a un grupo donde no tiene amigos. Alguna directora ha venido diciendo que esto es lo que hay y no se puede cambiar. Con las medidas covid ya no dan abasto y el acoso va a ser una cosa secundaria, y desde luego no lo vamos a permitir”, expresa María José Fernández, presidenta de Amacae.

“No se están formando los grupos burbuja en base a criterios pedagógicos. Los protocolos covid han llegado a los centros educativos para deshumanizar aún más la educación de lo que estaba”


“Yo he tenido constancia de dos casos. Uno se ha solucionado, el otro no. Y las clases acaban de empezar. No se están formando los grupos burbuja en base a criterios pedagógicos. Los protocolos covid han llegado a los centros educativos para deshumanizar aún más la educación de lo que estaba”, cuenta Petra Ferreyra, portavoz de Suspenso al Racismo, una plataforma surgida para apoyar a alumnos racializados ante casos de bullying.

Ade Marlo es profesora de infantil y primaria, especialista en acoso escolar y creadora del 'Proyecto Fenix, nadie se ríe de nadie'. Confirma el sentir de estas organizaciones y añade que las administraciones han dejado a voluntad de cada centro tomar criterios para proteger a las víctimas. “Solo se ha hablado del aspecto curricular de la escuela. El acoso no aparece en ningún protocolo. En la creación de grupos burbuja tampoco, cada colegio lo ha hecho como ha podido. Entiendo que algún centro haya tenido la intención de tenerlo en cuenta, si es un cole implicado y ha querido tener en cuenta el bienestar emocional del alumnado, pero no hay instrucciones desde la administración al respecto”, explica.
AUSENCIA DE DATOS DURANTE EL CONFINAMIENTO
Esta profesora, que recopila información sobre el tema, se queja de que el bulliyng sigue siendo la cuenta pendiente y lo demuestra la ausencia de informes durante el confinamiento. “El acoso es imposible que haya parado con el parón de las clases. Existe el ciberbullying, los niños han seguido usando las tecnologías y ahora se ha potenciado su uso. Han pasado muchas más horas con las pantallas y el ciberacoso tiene que haber continuado. Pero no tenemos datos, no ha salido ningún informe al respecto”, avisa.

Según el estudio de la fundación ANAR, La opinión de los estudiantes, presentado recientemente y elaborado en base a encuestas realizadas entre 2018 y 2019, al menos uno de cada tres adolescentes (35,5%) conoce algún caso de acoso entre sus compañeros de clase. Según el III Estudio sobre acoso y ciberbullying de esta organización, uno de cada cuatro casos de acoso escolar se produce a través de las nuevas tecnologías. Este informe se realizó con las 36.616 llamadas recibidas en 2017 en el teléfono de ayuda a niños y adolescentes que gestionan.
“Nosotras hemos tenido un 40% de incremento de casos de acoso cada año, mientras el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid dijo hace unos meses que los casos habían descendido un 60% en tres años”


“La mayor parte de expedientes se cerraron con la excusa de la pandemia. Si vuelve a haber indicios las madres y padres tienen que pedir de nuevo que se abran. Podían haberlos dejado abiertos hasta que volviera a empezar el curso para seguir la investigación, pero es más fácil cerrarlos.La mayor parte se cierran en falso”, se queja la presidenta de Amacae, quien insiste en que las administraciones maquillan los expedientes de acoso para que las cifras disminuyan a su conveniencia. “Nosotras hemos tenido un 40% de incremento de casos cada año, mientras el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid dijo hace unos meses que los casos habían descendido un 60% en tres años. Los protocolos de acoso (expedientes) se cierran en falso. Algunos son de vergüenza absoluta, culpabilizando a la víctima.”, denuncia.

Opinión que comparten desde Suspenso al Racismo. “Siempre se tiende a relativizar y a culpar a la víctima”, expresa Petra Ferreyra. “El acoso nunca ha sido una prioridad en los centros y ahora menos aún. Los protocolos están obsoletos. Se han ido renovando y reciclando a golpe de casos, a golpe de víctimas y casos graves en los que se acaban suicidando”, añade, mientras pone un ejemplo: “El acoso escolar centrado en un perfil racializado o étnico te lo engloban en aquel que sufre una víctima que presencia algún rasgo racial distintivo con respecto al resto. ¿Qué aula hay homogénea ahora mismo? Hoy en día las clases están formadas por grupos heterogéneos”, remarca.

Ade Marlo alerta de que durante este curso el acompañamiento emocional va a ser más necesario que nunca. “Va a costar mucho trabajar las relaciones interpersonales, no se pueden tocar, a algunas les han separado de sus amigos. La forma de relacionarse que tienen ahora mismo es rara. El acompañamiento emocional va a ser más importante que los contenidos”, concluye.

“No hay futuro para la escuela pública con estos parámetros neoliberales”. Entrevista a Olga García en cuartopoder.es

Miguel Muñoz entrevista a Olga García, profesora de Filosofía, escritora y compañera de Marea Verde Toledo, en cuartopoder.es

  • Conversación con la profesora Olga García, una de las autoras del libro ‘La escuela vaciada. La enseñanza en la época pospandémica’
27 de septiembre de 2020

La escuela vaciada. La enseñanza en la época pospandémica. Bajo ese título, la editorial Altamarea ha recopilado en forma de libro una serie de artículos que reflexionan sobre el camino que sigue la educación en la actualidad y en el futuro. Escriben los profesores italianos Federico Bertoni y Jacopo Rosatelli. También el catedrático Jordi Llovet. Y en un artículo conjunto los profesores Carlos Fernández Liria, colaborador de este medio, Enrique Galindo y Olga García. Con esta última, profesora de Filosofía en el IES Julio Verne de Bargas, Toledo e integrante de la Marea Verde de Castilla-La Mancha, hablamos en cuartopoder.

-En el libro escribís el artículo Pandemia, enseñanza y neoliberalismo: la escuela pública sin futuro
Es demoledor el título. ¿No hay futuro para la escuela pública?

-No hay futuro con los parámetros que llevamos siguiendo desde hace mucho tiempo, que son parámetros neoliberales. Debilitamiento de la enseñanza pública, falta de financiación, recortes de los que no nos hemos recuperado, falta de infraestructuras, falta de profesorado, etc. Bajo los planteamientos neoliberales de que todo lo que es público tiene que convertirse en un negocio, pues poco futuro le queda a la escuela pública y a sus alumnos y profesores.

-Habrá quien piense que sois unos exagerados.

-Nos pasó también con otro libro, a Carlos, Enrique y a mí, el de Escuela o barbarie (Akal, 2017). No nos hemos movido de esas tesis. Hay varios frentes abiertos. Está el frente de los que son neoliberales y por tanto dicen que hay que dar libertad de centro, de enseñanza. Y está el frente de la izquierda progresista que no se entera de nada, por decirlo de alguna manera. Cree que vaciar de presupuesto y conocimiento la escuela pública puede llevar a algún sitio, que esto es todo igualdad de oportunidades de cualquier manera. Esto no se consigue de cualquier manera. La pandemia ha venido a demostrar precisamente que no nos hemos equivocado en nada.

-La primera tesis que planteáis es que la pandemia les ha brindado la oportunidad que llevan décadas esperando para deshacerse de las resistencias que quedaban. ¿La pandemia está sirviendo de excusa para consolidar este modelo neoliberal de la educación?

-La pandemia es un caso de funcionamiento según la “doctrina del shock” de Naomi Klein. El neoliberalismo tiene planes, no es una conspiración nueva. Tiene sus planes para lo público y lleva mucho tiempo con ellos, casi desde la era Thatcher o Reagan y los Gobiernos de la tercera vía tipo Tony Blair que se han implantado en todas partes. Son planes programados que se han ido consolidando con el tiempo, con toda la documentación europea, etc. De alguna manera pueden ser planes que a alguna gente les pueden parecer sutiles y que nosotros estamos sacando de quicio. Pero lo que no está sacado de quicio precisamente es lo de operar utilizando eso que se llama las crisis como oportunidad. Es lo que dice Naomi Klein o el propio documento Europa 2020, que es el que viene a desarrollar los parámetros para poner la educación al servicio de la economía. Es simplemente que a todo hay que verle el lado positivo y que de una crisis saldrá una oportunidad. No, no, la oportunidad está siendo para aquellos que una vez por todas puedan desmantelar esto interviniéndolo para sus propios intereses.

-Habláis en el texto de un concepto que es el “delirio de la izquierda”. Explícame en qué consiste.

-El delirio de la izquierda consiste en que precisamente una de las instituciones que debería ser más republicana que ninguna, en el sentido de estar al servicio del pueblo, porque además la paga el pueblo con sus impuestos y se puede enseñar con los valores de libertad, igualdad y fraternidad -como queramos llamarlo- es la escuela. Es un lugar en el que precisamente por hacer de alguna manera el seguimiento a ciertos discursos buenrrollistas, a pedagogías que vienen desde el 68 y determinado tipo de sociologías. Han seguido el rollo en el sentido de que no es tan importante el conocimiento como pueden ser las emociones, el tratamiento del alumno en tanto que adolescente, etc. De alguna manera la izquierda ha vaciado la institución que viene a salvar a la clase obrera de sus penalidades, la institución que le da la posibilidad de, mediante el conocimiento, poder progresar. La ha ido vaciando de conocimiento. Cuando debería ser todo lo contrario. Eso no es proteger al alumno, es darle palmaditas a un adolescente en el día de hoy para que en el día de mañana no tenga recursos, que es el conocimiento, la formación.

-En este sentido habláis de otro concepto también, la “brecha del conocimiento”.

-Claro. En el artículo hemos insistido mucho en eso. Durante la pandemia se ha hablado mucho de la brecha tecnológica. Brecha tecnológica solo se da porque hay una brecha del conocimiento. Si no, cada uno se busca las estrategias. Más allá de que tengan la plataforma o los medios. Pero con lo que nos hemos encontrado los profesores de todos los niveles al intentar no dar clases online sino subsanar esa formación en tiempo récord, es que con los alumnos no tenían ni las armas cognitivas para responder y que les explicaras algo. Porque el poso cultural es cero. Y, desde luego, eso solo se agrava si no tienen acceso tecnológico al conocimiento. El conocimiento somos los profesores, entre otros. Es lo que se ha demostrado, que la es la escuela presencial la que rellena esa brecha. Los chavales saben utilizar Instagram o Whatsapp. Pero no saben utilizar un archivo y mucho menos qué hacer para contarte algo que te tengan que contar y que se llama contenido.

-Decís que se está demostrando que los estudiantes que luchaban contra el Plan Bolonia tenían razón.

-Todo el movimiento contra el Plan Bolonia, igual que el anterior, lo que venía era a alertar sobre lo que ya estaba pasando y que ahora se está consolidando. Solo hay que oír las declaraciones del ministro de Universidades, Manuel Castells, durante la pandemia y lo que sigue haciendo. En la universidad se ha visto demasiado claro, la mercantilización y colonización de espacios públicos por intereses empresariales. Eso en la universidad se ha visto claro, porque como es el salto hacia el trabajo, es lo primero que han colonizado. Esto es definitivo. Carlos Fernández Liria siempre habla de que se está volviendo a la Edad Media en la universidad. Es que claro, en los momentos en que solo financias proyectos de investigación que una empresa considera que son productivos, imagina a dónde van las Humanidades.

-Más allá del artículo del libro, ¿cómo crees que va a ser la enseñanza en la época pospandémica?

-Yo te puedo decir lo que está siendo, que es un auténtico caos. Sobre todo si hablamos de la escuela pública. En la privada no me meto y en la privada concertada, a la que están desviando el dinero de los españoles, tampoco. En la pública, ahora mismo, yo te hablo desde Castilla La Mancha pero sé que es así en todos los territorios, hay falta de profesorado, de infraestructuras. Nos encontramos con que no podemos hacer frente a lo que se nos ha venido encima porque nunca nos recuperamos de la falta de inversión de hace diez años. Pasa como en la sanidad. Tenemos una especie de planes de semipresencialidad sin las plataforma o recurso necesarios. Sin regulación, sin una legislación que regule los derechos colectivos de los trabajadores, porque qué es eso de trabajar en semipresencialidad. Tenemos alumnos y padres que pueden o no pueden venir si se detectan casos. Porque en este país parece ser que la educación es el lugar de la conciliación laboral, lo cual evidentemente no puede ser. No somos aparcaderos y sin embargo ahora mismo somos los únicos que pueden permitir a padres y madres ir al trabajo y dejar a sus hijos. Esto hay que tocarlo, el Ministerio de Trabajo estará muy encima de esto, imagino.

Lo que viene, en la etapa pospandémica es la realización de los años del capital, del neoliberalismo. Es la colonización por la formación online, el sálvese quien pueda y quien pueda llegará. Se pagará eso de aprendizaje a lo largo de toda la vida a base de másters. Y quien no pueda, no llegará. Y esta vez, definitivamente, porque no vamos a poder ayudarlos desde la presencialidad los profesores.

-¿Estamos a tiempo de que esto no pase?

-Yo soy una persona positiva, te lo puedo asegurar. Pero a base de realismo. Necesitaríamos de entrada que hay que saber a quién se le pide ayuda y a quién se le piden responsabilidades. Creo que para salvar la escuela pública hay que pedir responsabilidades a toda la sociedad en su conjunto. A mí me gustaría pedírselo a los movimientos de izquierdas, con los que puedo ser más afín. Pero creo que es una responsabilidad ciudadana de cualquier ideología crear ciudadanos críticos, responsables y bien formados. O lo vamos a pagar en un futuro. Se están equivocando si creen que ciudadanos mal formados pueden sacar adelante la economía. ¿Estamos a tiempo? Sí, si se atienden las reivindicaciones de las mareas verdes. Sí, si se hacen caso a las reivindicaciones de los profesores y no tanto a los consejos de sabios que no sabemos muy bien de dónde se los saca la ministra Celaá. Bueno, sí que lo sabemos, pero desde luego no somos los profesores a quienes pregunta. Sí, si no se siguen los consejos de la CEOE, que es un organismo económico o de la OCDE. En todos estos casos podremos salvar lo público a todos los niveles.

Una línea colapsada con tres técnicos de Salud Pública para todos los colegios con contagios de Madrid (Sofía Pérez Mendoza y Mónica Zas Marcos para eldiario.es)

 Artículo de Sofía Pérez Mendoza y Mónica Zas Marcos para eldiario.es

  • La Comunidad de Madrid cambia el protocolo para dejar de hacer PCR a los compañeros de clase de un positivo (contactos estrechos) tras constatar que las aulas confinadas se han multiplicado por cinco en una semana
  • — Preguntas y respuestas sobre el inicio de curso
27 de septiembre de 2020 

En la última semana, 93 aulas madrileñas han sido enviadas cada día a guardar cuarentena por registrar casos positivos de coronavirus. Es una media realizada con los datos actualizados por la Comunidad de Madrid el pasado miércoles: el número de clases confinadas ha aumentado de 178 a 832 en siete días y ya son más de 13.800 los alumnos afectados (el 1,1% del total).

Detrás de las cifras, hay decenas de docentes que están actuando como médicos sin serlo. El teléfono habilitado por la Consejería de Sanidad para asesorar a los 4.056 centros educativos de la Comunidad de Madrid comunica a todas horas. El equipo de técnicos en Salud Pública que responde al otro lado de la línea está formado por tres personas que no dan abasto: dos en turno de mañana y otro en el turno de tarde, según datos de Comisiones Obreras, además de algunos administrativos encargados de la burocracia. El departamento no facilita cifras del personal a cargo. “Las peticiones las reciben y tramitan personal administrativo, y las decisiones de actuación las realizan los técnicos”, responde un portavoz de la Consejería de Sanidad a elDiario.es. 

Tres semanas después del inicio de curso, la promesa de la Comunidad de Madrid de hacer test “el mismo día” a todos los niños de una clase si se confirma un positivo, como aseguró Isabel Díaz Ayuso en una entrevista en 20 minutos, se ha quedado en papel mojado. El Gobierno autonómico acaba de modificar el protocolo de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en las aulas para dejar de hacer PCR a los contactos estrechos si no tienen síntomas. Es decir, a los compañeros de un positivo. 

"No se indica salvo que se desarrollen síntomas", dice la última actualización, del 25 de septiembre. La primera guía, de finales de agosto, establecía que era recomendable realizar pruebas diagnósticas a los niños y niñas que hubieran convivido de forma estrecha en la misma clase con el contagiado.

Para la detección y comunicación a tiempo de los contagios en centros escolares, el Ministerio de Educación diseñó la figura obligatoria del coordinador COVID-19. Una medida “precipitada” para los sindicatos y que, en su opinión, cargaba toda la responsabilidad en los centros ante una vuelta al cole “caótica”. En Madrid, cuando no hay un enfermero o enfermera en la plantilla escolar, la labor recae sobre “un miembro del equipo directivo”. Ese es el caso de Elena, jefa de estudios del IES Juan de Mairena y, desde hace una semana, también responsable del “área coronavirus”. “Es una locura, no soy sanitaria, soy profesora de francés”, cuenta a elDiario.es. En menos de una semana, su instituto ha registrado tres positivos. La Comunidad de Madrid solo ha contratado a tres de los 150 profesionales de enfermería que prometió incorporar a los centros educativos.

El protocolo de la Comunidad de Madrid establece que el coordinador COVID-19 debe ponerse en contacto con “el área correspondiente de Salud Pública” cuando se registra un caso confirmado en el centro. Una directriz que hace aguas fuera del papel y choca con una plantilla exigua de técnicos que no puede asumir todas las consultas. 

Las llamadas se ponen a la cola. Tres, cuatro, cinco y hasta quince días pasan sin poder contactar con un interlocutor experto, explican a elDiario.es varios coordinadores COVID de escuelas infantiles, colegios e institutos madrileños. La alarma de las familias y el miedo al contagio lleva a los equipos directivos a decretar cuarentenas por su cuenta y riesgo y que no siempre están avaladas por un epidemiólogo.
 
En una escuela infantil de Getafe, la directora lleva diez tratando de contactar con Salud Pública tras confirmarse un positivo en una clase de un año, donde los niños y niñas van sin mascarilla. La escuela tuvo confirmación del contagio el fin de semana del 12 de septiembre y avisó a las familias de ese aula para que no acudieran el siguiente lunes. 

“Esperamos haber hecho lo correcto. No somos médicas. Nos sentimos abandonadas”, dice una maestra que está ayudando a la dirección con el ingente volumen de gestiones que lleva consigo cada contagio. A eso se suman las llamadas de los padres y madres preocupados y, muchas veces, desorientados sobre qué tienen que hacer. “Nos llaman para preguntarnos si el niño tiene que hacerse PCR y les derivamos al centro de salud. Se supone que les tendrían que llamar y no al revés, ¿no?”, se pregunta. Con el nuevo protocolo, que empezará a aplicarse este lunes, se descartan directamente las pruebas para los contactos estrechos.

Los docentes se manejan con una guía entregada al inicio de curso que obliga a cerrar el aula afectada por el caso positivo y a mandar a todos los alumnos a casa para hacer una cuarentena preventiva de 14 días si se trata de un grupo de convivencia estable, o grupo burbuja. Pero si el contacto no pertenece a una burbuja o sus contactos son dudosos, la cosa se complica. 
 
“En el protocolo no está claro que se mande a casa a todos con un positivo. Sino que se estudia cada caso. Cada caso es diferente y es el sanitario quien tiene que valorarlo, pero no se hace”, replica Isabel Rico, directora de la Escuela infantil Los Títeres, en Pan Bendito. Su primer caso positivo fue en una clase de bebés. “Nos dijeron que valoráramos nosotras si había sido contacto estrecho o no. Les explicamos que las dos niñas habían estado sentadas juntas pero sin tocarse. ¿Cómo voy a valorar yo si eso es un contacto o no? Si les llamo para eso”, relata la maestra, que está asumiendo desde hace unos días también la labor de coordinadora COVID porque la compañera que ejercía como tal ha dimitido.

El pasado lunes tuvo otro positivo en un aula de cuatro años. Ya van dos. La decisión de mandar a todos a casa la ha tomado, esta vez, de manera unilateral porque nadie ha respondido al otro lado del telefóno. "Unas compañeras me avisaron de que a las ocho de la mañana lo cogían. Pero me salta un contestador que te informa del protocolo general y te dice que en caso de dudas, esperes", describe Rico. Lograr contactar o no depende de la suerte. A veces los docentes lo consiguen en el primer día. Otras, no.

En la calle Martín de Porres, donde se ubica el operativo para atender a los colegios, el teléfono no deja de sonar. "El número de técnicos es insuficiente. No lo cogen porque no pueden", denuncia Comisiones Obreras, que asegura que los tres técnicos son los encargados de la interlocución directa con los coordinadores COVID que llaman. "Evalúan y les explican cómo tienen que proceder", explica el sindicato. Además de esta línea, la Comunidad de Madrid ha habilitado un teléfono 900 para las familias que atienden las Unidades Técnicas de Salud Pública distribuidas por áreas territoriales.

Una vez confirmado un contagio, Salud Pública recibe un anexo pormenorizado enviado por los centros con el nombre y el teléfono de cada uno de los contactos. Así lo establece el protocolo. Sin embargo, la mayoría de las familias terminan poniéndose en contacto por iniciativa propia con su centro de salud para pedir una PCR a su pediatra. La guía de actuación hasta ahora recomendaba hacer PCR “a los contactos estrechos cuando proceda”. En los centros se daban, en la práctica, situaciones desiguales. Y algunas clases -a las que sí prescribían prueba- terminaban el periodo de cuarentena sin tener los resultados de todos los alumnos. Los retrasos registrados en laboratorios puntuales de la región complican aún más la gestión en los colegios.

En los institutos, las dudas se multiplican porque, con las optativas, los grupos no se consideran estables. Y el uso de mascarillas dificulta, en la práctica, que los contactos se tomen como estrechos. “La primera vez me preguntaron la edad de los chavales y si guardaban la distancia y llevaban mascarilla. Les dije que sí y decidieron que la clase no se confinaría porque no se consideraban contactos estrechos”, cuenta Elena, coordinadora COVID y jefa de estudios del IES Mairena. Su equipo directivo está lidiando estos días con la incomprensión de buena parte de las familias, que muchas veces tienen dudas o no entienden las decisiones.

Una sensación parecida a la de los propios docentes, que apenas han recibido formación para dedicarse a un asunto sanitario sin precedentes y con la suficiente gravedad como para seguir improvisando. Aunque la Comunidad de Madrid prometió instruir a los coordinadores COVID-19, lo único que recibieron fue un curso por Zoom de dos horas, una para los conceptos generales y otra dedicada a resolver las dudas a través de videollamadas. “La charla versó sobre menores cuando la mayoría de los docentes convocados trabajábamos con mayores de edad", cuenta el director de un centro para adultos a quien la reunión le resultó, dice, "inútil" para aclarar las dudas. "Envié siete preguntas y me respondieron una. A una compañera, ninguna”, señala.

"Nos vamos aclarando por radio patio, consultando en los grupos de Whatsapp o en Twitter. El mayor problema es la desinformación. 
Nos intentamos ayudar unos a otros porque nadie responde", se lamenta este profesional. Tras las quejas de los docentes, la Comunidad ha puesto a disposición de los coordinadores COVID una formación "complementaria" de diez horas a finales de septiembre, cuando casi un millar de clases ya han sido confinadas.

La única explicación oficial, a casi tres semanas del inicio de curso, es que "es normal que cuando se empieza a hacer una actividad pueda haber una situación mejorable". La directora general de Salud Pública, Elena Andradas admitió en rueda de prensa junto al viceconsejero que alguna vez "se ha podido no atender de manera inmediata", pero aseguró que habían "incrementado el número de profesionales". Una afirmación que contrasta con la realidad del despacho de Salud Pública dedicado a Educación, en el que todas las líneas están saturadas, pero solo hay tres sillas ocupadas.

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domingo, 27 de septiembre de 2020

Protocolo de actuación ante la aparición de casos COVID 19 en centros educativos de la Comunidad de Madrid 25 de septiembre de 2020

Este documento está basado en la “Guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en
centros educativos” aprobada por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta de
fecha 24 de septiembre de 2020.

Este documento está en revisión permanente en función de la evolución y nueva información que se disponga de la infección por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).

[...]

Manejo de los contactos estrechos:
Se indicará vigilancia de síntomas y cuarentena en el domicilio durante los 10 días posteriores al último contacto con un caso confirmado, según lo establecido en la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19 de la Comunidad de Madrid. Esta es la principal medida de prevención para controlar la transmisión.

Si durante el periodo de cuarentena desarrolla síntomas, se pondrá en contacto telefónico con su centro de salud para su valoración clínica y solicitud de prueba diagnóstica. Si el contacto sigue asintomático al finalizar su periodo de cuarentena podrá reincorporarse a sus actividades habituales sin necesidad de realizar una prueba diagnóstica. Las personas que ya han tenido una infección confirmada por SARS-COV-2 los 3 meses anteriores estarán exentos de hacer cuarentena.

En la situación epidemiológica actual, la realización de una prueba diagnóstica de infección aguda a los contactos estrechos del ámbito escolar, en general, no se indica salvo que desarrollen síntomas. En situaciones de especial riesgo, Salud Pública puede indicar la realización de una prueba diagnóstica y se podrá realizar en el lugar que se determine. En el caso de personas vulnerables [6], la valoración de la indicación de prueba diagnóstica la realizará su médico de familia o pediatra. Si el resultado de la prueba es negativo se continuará la cuarentena hasta el día 10. En cualquier caso, la cuarentena finalizará a los 10 días de la fecha del último contacto.

[6] Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades: https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extraprecautions/
[...]
Puedes acceder al documento aquí

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6-10-20: ESTRENO DEL DOCUMENTAL "LA CHAPUZA DEL BILINGÜISMO" (20:00 h en www.lachapuzadelbiingüismo)

Hemos recibido esta noticia:
El martes 6 de octubre, por fin estrenamos el documental "La Chapuza del Bilingüismo". 

Exclusivamente a través de nuestra web, Twitter y YouTube... Si te importa la Educación Pública, no te lo puedes perder.


Rechazo en la comunidad educativa al acuerdo para contratar profesores sin el máster: "Es un maltrato a la Educación, ser profesor es más que conocer la materia" (Daniel Sánchez Caballero para ELDIARIO.ES)

Reproducimos esta noticia de ELDIARIO.ES



El anuncio de la ministra de Educación, Isabel Celaá, de que se va a permitir de manera excepcional que licenciados sin el máster profesorado den clase en institutos no ha caído muy bien entre la comunidad educativa. Aunque los sindicatos y algunos profesores consultados entienden la situación de emergencia, creen que esta medida rebaja la profesión docente, manda el mensaje de que enseñar está al alcance de cualquiera y desprecia la didáctica y organización escolar, e incluso va contra el debate público sobre cómo mejorar la profesión.


Por no hablar de las dificultades jurídicas que plantea la situación: la Ley Orgánica de Educación y el Real Decreto (RD) de acceso a la función pública establecen que el máster es necesario para dar clase en institutos, explica Francisco García, secretario general de la federación de Educación de CCOO, y un RD se modifica con otro, pero una ley orgánica no se cambia de cualquier manera. En circunstancias normales haría falta todo un proceso parlamentario y que una mayoría absoluta del Congreso lo valide (no valen más síes que noes). "Van a necesitar creatividad jurídica", dice García.

En cualquier caso, los sindicatos rechazan la medida. "Provocará un deterioro de la calidad de la enseñanza", afirman desde CSIF. "Ser profesor no es solo conocer la materia, hay que tener conocimientos de pedagogía", añaden en CCOO. Saber enseñar, cómo se adquieren los conocimientos, las dificultades de los alumnos, especialmente en una edad complicada como los adolescentes. UGT se muestra más comprensiva, pero apunta a otro problema que revela esta decisión: "Se han acabado las listas de interinos porque se están ofreciendo contratos con un tercio de la jornada que la gente rechaza", afirma su responsable, Maribel Loranca.

Para ejercer la docencia en Secundaria, actualmente es necesario estar licenciado en ciertos grados (algunos más obvios, otros menos, en los que se impartan conocimientos trasladables luego a las asignaturas correspondientes en los institutos; existen listas de qué grados permiten acceder a qué especialidades docentes) y después cursar un máster en formación del profesorado, que incluye un periodo de 4 o 5 meses llamado practicum en el que los estudiantes van a centros a realizar prácticas, pero siempre tutorizados. Con estos requisitos, y en ocasiones algún idioma, ya se puede impartir clase en los centros privados, tengan concierto o no. Para trabajar en uno público, grosso modo, hay que pasar por una oposición. Los mejores de cada convocatoria se ganan una plaza y el resto pasan a formar las bolsas de interinos, de donde se van contratando profesores temporalmente por orden para cubrir las vacantes o realizar sustituciones.

Estas listas, explicó este jueves la ministra Celaá tras reunirse con las comunidades autónomas, son las que se están agotando en algunas regiones debido a las contrataciones de profesores para reducir los grupos. Fuentes sindicales explican que en algunas especialidades –por ejemplo, para enseñanzas artísticas o en la Formación Profesional, según UGT– las listas son históricamente cortas. Que el año pasado no hubiera oposiciones al cuerpo docente por la pandemia –como se ha explicado, sirven también para engrosar estas listas– tampoco ha ayudado.
"Es un retroceso"

Antonio Moreno es menos comprensivo con la emergencia educativa. "Pienso que es un retroceso y un maltrato a la educación", espeta de primeras este catedrático emérito en la Universidad Complutense de Madrid y exdirector del Instituto de Formación del Profesorado del Ministerio de Educación. Moreno, la persona que puso en marcha los másteres de formación del profesorado en España cuando el plan Bolonia cambió la estructura universitaria del país, cree que esta propuesta es sintómatica de la visión de la Educación que hay en España. "Todo el mundo cree que dar clase es una cosa simple, que se reduce a memorizar tres o cuatro cosas o resolver unos problemas. Dar clase es mucho más que conocer una materia o transmitir conocimiento de manera instrumental", asegura.

Las fuentes consultadas básicamente coinciden con esta apreciación, con más o menos matices según les parezca más justificada la emergencia. "Si tenemos un máster es porque realmente creemos que es necesario", sostiene Enrique Ortiz, que es a la vez profesor de Secundaria y profesor universitario en el máster de profesorado de la UCM. "Uno de los aspectos que se ha comentado como necesario para la mejora educativa en todos los niveles era mejorar la formación inicial del profesorado, que, en este caso, el máster garantiza", argumenta. Y recuerda que los licenciados sin máster "no tienen asignaturas de docencia, de didáctica... me parece peligroso".

Sorprendido por la noticia, el decano de la Facultad de Magisterio de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Álvaro, se extraña de que las bolsas se hayan agotado, y se limita a realizar una reflexión general a falta de información específica: "Desde un punto de vista puramente conceptual, nadie debería afrontar la docencia sin una preparación adecuada", afirma. Preparación de la que forma parte imprescindible el máster. Y señala el símil de los médicos, al que han recurrido sin excepción todos los consultados sobre la medida. Este razonamiento viene a decir que nadie contrataría –ni se dejaría operar– por un médico sin el MIR.

Los docentes que ponen este ejemplo son conscientes de que no es lo mismo tener un mal profesor que un mal médico, pero también creen que sirve para ilustrar la mirada que se tiene sobre la educación. "Esto demuestra una vez más que la educación en España está concebida como un lugar donde se aparca a niños que no podemos atender mientras trabajamos", asegura Ortiz. Moreno, ya metido en faena y con varias décadas de experiencia formativa a sus espaldas, cree que "la debilidad del sistema educativo está en que se permite la injerencia de cualquiera para dar clase. Es más, creo que incluso debería estar prohibido que cualquiera dé clases particulares", se sale un poco del tema.
Las alternativas

Los expertos consultados creen que se podría haber recurrido a otras fórmulas. Moreno propone recuperar profesores jubilados. Pero son población vulnerable ante la pandemia, se objeta. "Podría organizarse, dar clase a distancia", responde, "pero hay muchos recién retirados en una edad perfecta para dar clase". Otra alternativa que propone es que si hay que reclutar a graduados sin el máster, que se les obligue a matricularse. "Las clases les servirían como el practicum del máster y además tendrían en paralelo el trabajo teórico correspondiente y una tutoría en la Facultad. Serviría para darle valor académico a estas contrataciones", propone. "Incluso estamos en periodo de matriculación".

Ortiz cree que también se podría recurrir precisamente a estudiantes del máster, aunque lo tengan sin terminar. "Muchos de ellos presentan en octubre su trabajo de fin de máster", explica. "Ya han estado haciendo sus prácticas... ¿Qué pasa con ellos?", se pregunta. De momento no hay respuesta. La información compartida por el Ministerio de Educación no detalla la medida acordada por el Gobierno y las comunidades. En cualquier caso, explica este profesor, podrían empezar por estos estudiantes, por alumnos que puedan certificar haber realizado algún curso de didáctica, que los hay. "Me parece un poco desesperado todo esto", cierra.

Maribel Loranca, de UGT, realiza una reflexión que, observada a la inversa, podría entenderse como una propuesta también. "Es cierto que se han acabado las listas de interinos en algunas comunidades, pero hay profesores que están preparando oposiciones y pueden haber rechazado un puesto por las condiciones del contrato. Se ofertan plazas a un tercio de jornada o media jornada, fuera del municipio o provincia de residencia del profesor, con los gastos que conlleva. Si te ofrecen un contrato de un mes, quizá prorrogable, no es descartable que hayan encontrado mejores condiciones laborales en otro sector", desliza.