El Ministerio de Educación, que dirige José Ignacio Wert, ha sido uno de los más activos en el pasado 2012. Wert ha puesto en marcha una reforma educativa que trata de sacar a España de los puestos de cola que ahora ocupa.
En primer lugar está el anteproyecto de Ley de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Hasta ahora, a la Lomce se la conoce más porque, según algunos, ataca el modelo de inmersión lingüística, y por aquellas palabras de Wert el el Congreso, el pasado 10 de octubre: «Nuestro interés es españolizar a los alumnos catalanes y que se sientan tan orgullosos de ser españoles como de ser catalanes».
Pero, en realidad, la Lomce es un proyecto muy ambicioso para hacer de la ESO y del Bachillerato españoles marcas de calidad, para acabar con el fracaso escolar y para prestigiar y fomentar la Formación Profesional.
Wert insiste en que el anteproyecto de la Lomce no es ideológico, sino que selecciona las mejores experiencias de los mejores países. De ahí que introduzca las evaluaciones obligatorios, homogéneas y externas en todo el territorio nacional para que se pueda pasar de ciclo educativo, se potencie la autonomía de los centros y se simplifiquen las vías de elección. Con una Formación Profesional anticipada y un tutelaje más pensado del alumno, se pretende evitar la alta tasa de fracaso escolar en España.
Está previsto que dentro de tres semanas Wert se vea con los consejeros autonómicos de Enseñanza de las comunidades para estudiar la memoria económica de la Lomce. De ahí, el anteproyecto pasaría a ser revisado por el Consejo de Estado, entraría a examen del Consejo de Ministros y finalmente se remitiría al Congreso. Como muy pronto, el primer año para su aplicación sería el curso que viene. Pero a la vista de las pasiones que la Lomce levanta, quizá sea precipitado pensar en esa fecha como la de su puesta en marcha.
Paralelamente a la Lomce, el ministerio está trabajando en dos proyectos legislativos más de gran envergadura. Se trata de la reforma universitaria y del estatuto docente.
Comité de expertos
Wert ha encargado a un grupo de expertos un borrador para la reforma de la universidad. Probablemente ese estudio ya esté en su mesa de despacho o llegue a ella en los próximos días. Basándose en ese informe, se redactará un borrador para acabar con las enormes ineficiencias y duplicidades de las universidades públicas españolas, y se pondrán los fundamentos de su futura financiación.
La tercera pata de reforma educativa es el estatuto del docente. Wert pretende prestigiar tanto esta carrera que solo los mejores se sientan atraídos por ella. El modelo aquí es Finlandia, donde la docencia es la carrera más valorada.
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Pues que siga bajando sueldos, desprestigiando y empeorando condiciones laborales. Es una idea excelente para atraer a los mejores...
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