NUEVA TRIBUNA.ES: Educación y negocio
Edmundo Fayanas Escuer | Profesor y licenciado en Historia
La educación también está iniciando su proceso de privatización, puesto que ven en ella un negocio, tanto de dinero como de control social. Como dice Enrique Leyra fundador de la empresa de capital riesgo Mágnum “la educación es un sector atractivo y que en estos momentos de crisis cobra aún más interés”.
El Estado invirtió en educación, en 2010, el 4,9% de su PIB, casi un 20% menos que en la Unión Europea y prevé reducirlo al 3,9% del PIB en 2015, es decir un 40% del de la UE Esto representa una falta de inversión pública que ronda los 11.000 millones de euros anuales en el año 2015.
La falta de inversión pública abre la puerta a la entrada del dinero privado. La historia nos dice que cuando se produce una bajada de inversión en educación por parte del Estado, siempre acude el sector privado al olor del dinero.
¿Por qué se reduce el presupuesto educativo público? ¿Por qué en otras muchas cosas se nos imponen los criterios de la Unión Europea y en educación no?
Los recortes en la educación pública no tienen nada que ver con la crisis, sino que se trata de la implantación de un programa educativo basado en la ideología neoconservadora, que nos lleva a unas aulas masificadas, con una gran precarización del trabajo docente (tanto laboral como salarial) y con una reducción de los servicios educativos, que atacan directamente a la igualdad y equidad del sistema. Uno de los aspectos más positivos que destacaba el informe PISA es que el sistema educativo español es de los más equitativos e igualitarios. Este programa neoconservador nos conduce a un callejón sin salida.
El país europeo, que con más fuerza defiende la enseñanza privada es Bélgica, sus resultados PISA son malos, mientras que países en los que el sector público esta entre el 90-95% como Alemania y Finlandia obtienen muchos mejores resultados.
La reforma Wert la podemos enmarcar en este programa neoconservador. Una reforma educativa low cost, hecha con saldos programáticos de inicios del siglo pasado, que pretende mejorar la calidad de la enseñanza con menos recursos, con planteamiento superados hace años, pero eso sí con mucha más demagogia ¿Existen milagros educativos? no.
¿Hay negocio en la educación española?
Sí. Veamos algunos datos. En el curso 1999/2000, la educación privada no universitaria ganó más de 132 millones de euros y la educación universitaria tuvo un beneficio de 141 millones de euros. El total de beneficio educativo privado estuvo en los 273 millones de euros.
En el curso 2009/2010, la educación no universitaria tuvo un beneficio de 490,5 millones de euros, mientras que la universitaria fue de casi 184 millones. En total, el beneficio de ese curso fue de 674,5 millones.
¿Qué ve el mercado en la educación?
Para los inversores privados en el negocio educativo hay dos aspectos importantes:
• Representa un negocio muy estable, que proporciona flujos financieros previsibles y eso le da una gran estabilidad financiera.
• Es una actividad en la que, si se hace bien, te puedes diferenciar del resto y puedes aportar mucho más valor añadido.
Las empresas de riesgo calculan, que en ocho años consiguen rentabilizar la inversión. Como dice Enrique Leyva “la educación en este momento ofrece una gran oportunidad para la colaboración público privada, como sucede en el sector sanitario”.
La UNESCO habla que la educación mueve al año dos billones de dólares y en España ronda los 60.500 millones, de los cuales 50.000 es de dinero público y 10.500 provienen de las familias. Como vemos, mucho dinero para que el mercado no lo quiera poseer. Debemos saber que la privatización de la escuela es un ataque a un derecho fundamental de la persona, la educación.
Como dice Agustín Moreno, la privatización convierte a los ciudadanos en nuevos clientes usuarios de un sistema educativo privado, que solo pueden consumir en función de sus posibilidades económicas.
Al igual que en otros sectores públicos como la sanidad, también en la educación se escucha la cantinela de que la privada es más eficiente que la pública y para ello se escudan en que el alumno privado resulta más barato ¿Es esto cierto? Sí, pero se olvidan de analizar por qué se produce esto. Veamos.
Las unidades de curriculum adaptado UCE, sólo existen en la pública. En mi instituto que está situado en un barrio pobre de Pamplona hay siete alumnos de la UCE para dos profesores y medios con una atención muy personalizada. También tenemos el PILE, programa de inmersión lingüística para extranjeros, que no existen en los colegios privados, teniendo 8 alumnos con dos profesores y medio. El 90 % de los alumnos extranjeros están en la educación pública, y requieren un alto nivel de atención y de medios. En mi instituto el 45% de nuestro alumnado es inmigrante, mientras que a cien metros hay un colegio del Opus Dei que segrega por sexos y que no tiene inmigrantes.
Otros factores que encarecen la enseñanza pública es que se atiende a todo el sector rural del país llegando hasta los lugares más pequeños ¿Han visto ustedes algún colegio privado en un pueblo de 500 habitantes? Evidentemente porque no es rentable económicamente, pero sí socialmente. A todo ello debemos añadir que el profesorado de la privada tiene unas peores condiciones laborales y salariales. Eso si nunca debe trasladarse a pueblos con el coste personal que supone en muchos casos a los de la pública y además nunca han pasado una durísima oposición como sucede con el profesorado de la enseñanza pública. A todo ello para finalizar, debe añadirse que la enseñanza privada debe obtener un 10% de media de beneficio sobre el pago del alumno, el negocio es el negocio.
Los resultados obtenidos por los colegios privados en la selectividad son muy llamativos. La privada puntúa una media de dos puntos más en el currículo de sus alumnos que la nota que obtienen en selectividad, lo que confirma que inflan las notas a sus alumnos. Mientras que en la enseñanza pública la diferencia del currículo del alumnado y la nota de selectividad sólo es de un punto. A pesar de esto, los resultados de la selectividad entre la pública y la privada son muy parejos.
En el mundo opaco de la enseñanza concertada, el presidente de la patronal privada, Enrique Maestu se quejaba del aumento de cuotas por parte de algunos colegios “En Madrid hay colegios concertados que no son fundaciones, sino entidades de lucro que cobran unos 4.000 euros anuales o más, cuando el estado costea al profesorado y casi todo el mantenimiento. Antes se pagaba 60 euros pero no lo de ahora”.
La política actual del gobierno del PP y de la patronal de la privada consiste en reducir el peso de los recursos públicos y obligar a las familias a pagar por segmentos de la educación que tiene un valor diferencial: extraescolares, refuerzos y apoyos, idiomas, informática, música...
En todo este mercadeo de dinero en que se ha convertido la educación privada, hay una cosa que ha quedado clara, la defunción de la pedagogía. Pidamos que el modelo educativo a seguir sea el de Finlandia o el de los países nórdicos y que poco a poco toda la educación sea pública como en estos países, como garantía de equidad e igualdad entre todos los españoles.
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