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domingo, 12 de agosto de 2012

Por un bachillerato como dios manda: Esperanza se columpia ...

Recomendamos la lectura de estos dos artículos publicados en http://recuperarmadrid.blogspot.fr/:

Por un bachillerato como dios manda (1/3)
Esperanza se columpia ¿o la columpian?
Recogemos el reto de Educación en Orcasur de analizar, diseccionar (y en su caso descuartizar) el artículo publicado por Esperanza Aguirre en la tercera de ABC el pasado sábado 7 de julio que llevaba por título Por un bachillerato como dios manda (¡anda que menudo blog el que hemos enlazado para conseguir un artículo copiable y pegable!), en el que apuesta por la vuelta a aquel bachillerato clásico instituido por Bismarck que estaría en el origen de la gran europa judeocristiana de finales del XIX y principios del XX; y de hombres como el judio Max Mazin Brodovka capaces de superar las dificultades y recitar a Virgilio. Además de no desaprovechar la ocasión para atizar –como ya nos tiene acostumbrados– a la pedagogía en general y al igualitarismo en particular.

En primer lugar, una duda sobre la autoría del artículo. No reconocemos el registro en el que escribe Aguirre, muy lejos del chabacanismo o la simpleza a que nos tiene tan acostumbrados. Pero, dado que lo firma, concedamos que respalda lo que escribe o le han escrito.

En segundo lugar, una pequeño comentario sobre la figura de Max Mazin, que por cierto es familiar de la Condesa –un hermano de su marido está casado con una hija de Max, ¿conyerna?– Este judío acabó en España donde llegaría a ser  líder del lobby empresarial judíopresidente de la comunidad judía y cofundador de las organizaciones empresariales CEIM y CEOE, así como consejero de FCC. Lo que nos ayuda a contextualizar su éxito que quizá no dependa directamente de su bachillerato en Vilna.

Además, si quieres oir a Esperanza Aguirre en el homenaje haz clic aquí.

En unos días repasamos el contenido literal y más adelante el núcleo de la propuesta de la vuelta al bachillerato del siglo XIX.

Por un bachillerato como dios manda (2/3)
Dejémonos de rollos. A lo que se oponía Esperanza Aguirre (y con ella el PP en su conjunto) no era a la asignatura de educación a la ciudadanía, o a la LOE, o a la LOGSE. La oposición era a la ley del 70 de Villar Palasí, todavía en el franquismo, que puso fin a la concepción elitista y nacionalcatólica de la educación imperante en las dos primeras décadas de la dictadura.

Después de poner trabas al desarrollo de la LOGSE desde el Ministerio de Educación en 1996, después de boicotear la idea esencial de la atención a la diversidad, después de utilizar la Comunidad de Madrid como banco de pruebas para toda España de las políticas más reaccionarias, se quitan la máscara y muestran su verdadero pensamiento.

Algo grave, algo muy grave, porque nuestro país no se merece unos políticos que en vez de mirar al futuro pretenden resucitar un modelo superado que nadie en ningún país defiende, y que por supuesto nadie aplica. (sigue en el desplegable)

Cuando Aguirre defiende un "bachillerato de siete u ocho años, desde los diez u once de los alumnos hasta sus 17 o 18" está apostando por algo que no es un bachillerato, sino la diferenciación y la exclusión temprana de los niños en un modelo que dejaba fuera de la formación a la mayoría. Una carrera de obstáculos que convertía la educación superior en un privilegio solo al alcance de las elites económicas y sus cachorros.

Cuando Aguirre defiende "en el que se estudiaba lo mismo: una lengua clásica. casi siempre el latin y a veces algo de griego" olvida por un lado que la razón principal para el encumbramiento del latín era que seguía siendo el lenguaje universal… de la iglesia católica (lo que no dejó de suceder hasta el Concilio Vaticano II), y minimiza

Cuando afirma que se estudiaba "una lengua moderna distinta de la propia" ignora que la enseñanza de la lenguas extranjera era academicista y no funcional.

Leer en su artículo hablar de la apología de "unas lecturas, algo de filosofía o unos buenos resúmenes de la Historia Universal" supone un insulto a las disciplinas y al profesorado indigno en alguien que no solo es presidenta de una Comunidad Autónoma hoy, sino que antesdeayer fue ministra de educación.

La exministra de educación insulta a la sociedad dando por hecho "que no todos están capacitados para afrontar un bachillerato así ni todos tienen las ganas de aprender y de estudiar que este bachillerato exige" o que, como afirma al final de texto, no espere que todos "escriban correctamente en su lengua" frente a la opción por la calidad para todos de la LOGSE que cuando ha sido aplicada (y no boicoteada) por otros países ha sido un éxito PARA TODOS.

Pero la mayor burla es la afirmación de que

"Para eso no hacen falta cambios de leyes educativas -esos cambios que acaban mareando a padres, profesores y alumnos-, basta con que se permita que algunos colegios e institutos ofrezcan unos planes de estudio acordes con el espíritu y la letra de lo que es un bachillerato como el que han sabido conservar los países de lengua alemana. La solución, como tantas veces, es la libertad.
Sabemos que la Consejería de Educación con Aguirre en la presidencia de la comunidad ha ignorado sistemáticamente el marco legal, incumpliendo y distorsionando las leyes educativas. Afirmar que no hacen falta cambios de leyes educativas y que basta con la libertad es un desprecio a sus deberes como gobernante. Como lo son atreverse a decir que escribir correctamente en su lengua y acceder al saber

Por último, afirmar que "Ese bachillerato se convirtió en la columna vertebral de la cultura de todos los países y, en consecuencia, de la cultura de toda Europa. Sin temor a exagerar podemos afirmar que ese bachillerato está en la base del progreso científico, intelectual y cultural de la Europa de los últimos 150 años" olvidando las dos guerras mundiales o el surgimiento del nazismo en la educada Alemania, la persecución de la ciencia y de los científicos, del arte y la cultura es algo más que una burla irresponsable, es haber perdido el sentido de la realidad.

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