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martes, 29 de mayo de 2012

Segovia en vela: Invitación a la desobediencia (otra propuesta de acción)

Nos ha llegado este correo:


Segovia en Vela nació en una velada organizada en defensa de la educación pública llevada a cabo en la Escuela de Magisterio de Segovia. Desde entonces, ha programado y realizado varias acciones reivindicativas en defensa de la educación pública: cadenas humanas, clases en la calle, minutos de silencio por la universidad pública, concentraciones, performances...  La próxima acción convocada es algo diferente: una invitación a leer en silencio en la Plaza Mayor de Segovia. Os mando la convocatoria por si tenéis la oportunidad de pasaros y leer un rato.

Día 1 de junio, a la 1 de la tarde en la Plaza Mayor de Segvia.

Convocatoria "Invitación a la desobediencia":

Asistimos con mucha inquietud al progresivo desmantelamiento de la educación pública, a ese ataque sistemático contra el proyecto de la modernidad que permitió que se comenzase a concretar la aspiración de una sociedad vertebrada por la equidad. Es tan intensa la campaña de desprestigio de lo público que ya ni somos conscientes de ella: nos están acostumbrando a considerar la educación como un producto que se puede comprar y vender como cualquier otro.

Sin pudor, se levantan nuevas barreras que hacen más difícil que los humildes accedan al conocimiento, se desprecia a la comunidad universitaria y se burlan del esfuerzo de las familias. El ministro Wert se preguntaba hace unos días “¿Qué quiere decir no tener recursos?” Y el mismo se respondía diciendo que las familias no quieren dedicar esos recursos a las tasas universitarias en detrimento de otras cuestiones ¿Qué sensibilidad social tienen los que nos mandan?, ¿qué cinismo gastan aquellos que recortan el presupuesto de Educación en un 22% y nos dicen que es para mejorar la eficacia del sistema educativo y que ninguna de las medidas –reducciones importantísimas del profesorado, aumento de las ratios, eliminación de programas educativos- tiene consecuencia alguna en la calidad de la educación? ¿Por quién nos han tomado los que dicen apoyar la educación pública y ceden edificios gratuitamente a la universidad privada o dejan sin conserjes a los colegios públicos?

Se desprecia a los jóvenes y se les califica  de abúlicos o indolentes, cuando no de vagos. Nada más injusto con la actual juventud. Hace más de cien años decía Giner de los Ríos que “se suele oír, con demasiada frecuencia, que la juventud no es amiga del estudio”. Y ahora, los herederos de esa caverna rancia dicen que no podemos permitirnos un gasto excesivo en educación y que estamos subvencionando vagos. Por eso recortarán las becas a la vez que suben, de manera exponencial, las matrículas universitarias. Si el poder adquisitivo de las familias humildes va cuesta abajo, pongamos unas barreras en el acceso a la universidad. Si no tienen pan, que coman pasteles, que decía la reina María Antonieta cuando el pueblo se manifestaba contra la pobreza por las calles de París.

El propio Giner escribía: “espíritus pesimistas…piensan si sería bueno reducir las universidades, y hasta suprimirlas todas, enviando a un gran número de estudiantes al extranjero; a los demás a sus casas para tomar oficios manuales y aguardar mejores tiempos, mayores medios para reorganizarlas…Ningún pueblo moderno parece haber tomado en serio este camino”. Pues resulta que ahora sí, que los que nos mandan han elegido esta senda que nos lleva al precipicio. No es extraño que las encuestas den el suspenso más rotundo al ministro de Educación.

En una situación como esta la única alternativa es reivindicar la verdadera educación, la que José Luis Sampedro señala como la formación de seres humanos completos, la que incluye la formación del pensamiento libre, para que las personas vivan su propia vida y eviten reproducir lo que otras han pensado por ellas.

Por eso, para decir no a este camino de desprestigio de lo público y al ataque frontal a la igualdad de oportunidades, te invitamos a compartir un acto de profunda y radical rebeldía. El viernes, día 1 de junio, algunas personas que defendemos la educación pública, vamos a leer en la Plaza Mayor de Segovia. Será un acto de desobediencia silenciosa a este poder que pretende dinamitar lo público.

Y lo haremos porque somos conocedores de que leer es uno de los tesoros que proporciona la educación, porque sabemos que la alfabetización que hoy disfrutamos es un logro de la escuela pública. Una de las cosas esenciales que proporciona la lectura, ese regalo educativo, es aprender a pensar, y no hay nada más peligroso para el poder que un pueblo pensante. 

Si quieres participar en este acto de desobediencia, no tienes más que ponerte la camiseta verde, coger un libro, llegarte hasta la Plaza Mayor a la una de la tarde y, una vez allí, sentarte o buscarte algún sitio mínimamente cómodo y comenzar a leer en silencio. Ayúdanos a convertir el silencio de la lectura en un clamor.

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