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domingo, 23 de junio de 2019

El profesorado español pide clases más pequeñas y formación ante la diversidad de alumnado

ELDIARIODELAEDUCACION.COM ha publicado esta información



TALIS es un estudio que se centra en la percepción que tiene el personal docente (incluidos los y las directoras) de su propio trabajo y de las condiciones, de todo tipo, en las que lo realiza. En España existen algunas mejoras en cuestiones como el bullying y acoso, así como en la formación pedagógica de las nuevas incorporaciones a las aulas. Pero todavía quedan mejoras importantes.

Marta Encinas, analista de la OCDE que estuvo presente en la rueda de prensa de presentación de la edición de 2018 del informe destacó que el sistema educativo español es sólido del que le llamó la atención las buenas relaciones existentes entre alumnado y profesorado, con bajas tasas de bullying (bastante por debajo de las medias de la OCDE y de la UE).


Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación, también insistió en esta percepción tanto de docentes como de direcciones escolares. Hay pocos casos de acoso escolar o de otros tipos de violencia física o no. «Los centros españoles son seguros», aseguró. Además, en los últimos años se ha visto una disminución, amenos, enla percepción que tienen docentes y direcciones en relación a los casos de acosos y violencia. Algo que, de alguna manera, tiene que ver con las buenas relaciones existentes dentro de los centros educativos.

Pero señaló algunos elementos en los que hay bastantes posibilidades de mejora. Entre ellos, según las encuestas realizadas a los docentes en España, falta formación dedicada a la atención de personas con necesidades educativas especiales, también para la atención en contextos multilingües o de mayor calado en el terreno pedagógico.


El profesorado español tiene algunas quejas que comparte con el del resto de los países participantes. Ante la pregunta de qué medidas adoptarían para mejorar el sistema si pudieran aumentar la inversión que se hace, el primer asunto que en un 85% de los casos afirman las y los docentes se encuentra la reducción del tamaño de las clases, es decir, la ratio de alumno por aula. Después, el aumento de la formación continua de calidad (65%) y, en tercer lugar, las mejoras en el apoyo al alumnado con necesidades educativas especiales (63%). En el caso de la media de la encuesta TALIS, en el primer lugar aparece el aumento del salario docente, que en el caso de España apoya la mitad del profesorado.
Puntos clave

Como decíamos, los puntos que para el profesorado son clave pasan por que disminuyan las ratios de alumnos por aula, claramente aumentadas durante los años de los recortes que eliminaron una gran cantidad de personal de apoyo. Según los datos del informe, en españa hay un docente de apoyo por cada 20 profesores, mientras que en la Unión Europea, de media, es cada 16.

Esta cuestión de las ratios, como es habitual, para la OCDE no es determinante. Es decir, no hay evidencia de que a menor número de chicos y chicas en el aula se mejoren los aprendizajes, ni lo contrario. Sí afirma Marrta Encinas que sería interesante que hubiera docentes de apoyo que en momentos concretos, en aulas concretas, pudieran ayudar a quien estuviera dentro enseñando, para reforzar su trabajo en momentos concretos.


La formación y, específicamente, las horas de prácticas del profesorado son otra de las claves. España es el segundo país de los participantes que menos horas dedica a las prácticas de aula. A esto se suma, según explicaba Encinas, que en España, el personal con menos experiencia es el que acaba en los centros o en las aulas con alumnado con mayores dificultades, o porque hay mucha población de origen migrante o en situacones socioeconómicas complejas. «Es precisamente lo contrario de lo que ocurre en los países que mejores rendimientos optienen».

Aunque maestras y maestros están satisfechos tanto con los conocimientos en sus matrias, como en la pedagogía, que alcanzaron en sus estudios de Magisterio, el personal de secundaria considera que sería necesario mejorar la formación inicial añadiendo más peso a la parte pedagógica. Es verdad que si se desagrega de este grupo al profesorado con menos de cinco años de práctica docente, se encuentra una respuesta diferente, puesto que este colectivo ya ha pasado por el máster de formación del profesorado que, aunque como admite Alejandro Tiana, puede mejorar, ha elevado bastante el nivel formativo en lo pedagógico, también en lo práctico de las nuevas generaciones.


En cualquier caso es un reto, puesto que señala TALIS, aproximadamente un tercio del personal docente habrá de renovarse en la próxima década. España es, como otros países de su entornor, un lugar en el que el profesorado está algo envejecido, con un importante porcentaje por encima de los 50 años.

En cuanto a la formación, además de señalar la necesidad de una mayor y de mejor calidad en relación al aumnado con necesidades o de entornos desfavorecidos o multilingües, también destaca que el profesorado español reclama más formación inicial sobre cuestiones pedagógicas. En España todavía tiene mucho peso la enseñanza «tradicional» frente a otras actividades más innovadoras, o al uso de las TIC. También en lo relativo a la gestión del aula, en el sentido de conseguir estrategias para gastar menos tiempo (hasta un 16% del tiempo de enseñanza) a tranquilizar al grupo de alumnos.


A pesar de reclamar más formación, España no es el país en el que más horas de formación permanente se desarrollen. Para la analista de la OCDE esto puede tener relación con la falta de incentivos, ya sean económicos o no, a la hora de apuntarse. Una falta de incentivos que, además, se traslada a la carrera profesional, más bien plana.

Para ella, una manera de mejorar esta carrera sería ideando otras posiciones en las que el o la docente pudiera desarrollarse, por ejemplo, acompañando a otros más novatos en su entrada en el sistema educativo, siendo formadores de formadores, ayudando a las escuelas en peor situación a mejorar sus rendimientos… Una carrera que no fuera solo subir el salario o cambiar de puesto «ascendiendo» a los cargos directivos.


Sobre las direcciones, Alejandro Tiana admitió que tal vez los el país haya prestado más atención a la formación relacionada con los elementos más administrativos del cargo, más burocráticos, y haya dejado de lado cuestiones como el liderazgo pedagógico.

Como ya es sabido, la profesión está altamente feminizada y, aunque los datos han mejorado mucho en los últimos años, todavía las mujeres están infrarepresentadas en los cargos de dirección. Alrededor del 47% de las directoras son mujeres, frente al 62% de mujeres que son maestras o profesoras, de media. Esto afecta, claro, a los salarios que perciben.

Un dato que Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación y FP ha querido resaltar también en la rueda de prensa de presentación de los datos.

Quedan en el aire cuestiones importantes relacionadas con cambios en la formación inicial y permanente, así como en el desarrollo de procesos de mayor práctica previa a la enseñanza o de conformación diferentes de las clases para dar apoyo a quienes están hoy día en las aulas. El secretario de Estado, que lo es en funciones, no se aventuró a dar claves, precisamente por el hecho de que el equipo ministerial pudiera cambiar en las próximas semanas.

Cuando se forme el nuevo Gobierno y se sepa quién ocupará el despacho del Ministerio, tendrá sobre la mesa importantes decisiones ligadas a la configuración de la carrera docentes (¿de nuevo el Estatuto Docente?), también sobre la mejora de la formación inicial del profesorado o, por ejemplo, cómo negociar con las comunidades autónomas un nuevo marco de formación permanente, pues está en manos de estas qué formación se da. Otras claves se relacionarán con cómo se afrontará el reto de una escuela inclusiva, en cuanto a formación y, también, en conformación de las aulas y los apoyos que debería haber en los centros educativos.

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