"Evaluando a la administración" (maestrosdepurados)

Javier nos envía esta entrada en el blog MAESTROSDEPURADOS

https://maestrosdepurados.wordpress.com/2016/07/06/evaluando-a-la-administracion/

Acabamos otro curso (2015/16) en el que la Comunidad de Madrid continúa atacando a la enseñanza pública.

• Maltratando a los trabajadores/as de la enseñanza en todos sus tramos, arrebatándonos nuestros derechos: por ejemplo, despidiendo profesores interinos y quitándoles desde el 2010/11 el pago de los meses de verano, así como también su cotización y sus derechos laborales; o colocando la fase de oposición antes de que acabe el período lectivo echando sobre sus espaldas la doble tarea docente y de opositor, o de miembro de tribunal..
• Deteriorando la calidad de la enseñanza: se mantiene el mínimo de horas lectivas semanales en 20 desde ese mismo curso; continúa el aumento de ratio hasta el 20%, con aulas de hasta 36 alumnos en la ESO o de 42 en Bachillerato; se eliminan pruebas de dudosa utilidad como las CDI sin aviso previo cuando se contaba con ellas a principio de curso, y se implantan en los cursos impares de Primaria las evaluaciones finales o reválidas de la LOMCE sin oposición alguna de la administración madrileña, como sí han hecho numerosas comunidades autónomas; se organiza mal el comienzo del curso, empezando sin tiempo suficiente a que se incorpore como es debido el profesorado interino y en expectativa; siguen sin cubrirse las bajas de profesorado aunque estén avisadas con antelación (como en el caso de operaciones o de bajas por maternidad) como mínimo hasta 15 días después; se abren plazos para que los centros presenten asignaturas optativas, que después la misma administración incumple, comenzando el período de matriculación aún sin confirmar si se aprobarán o no.
• Se recorta la democracia en los centros: y los procesos de selección de los directores se ven empañados por dudas razonables de parcialidad, como ha ocurrido en el presente curso en el IES Antonio Domínguez Ortiz.
• Y esto son solo algunos ejemplos, de los que se podrían citar muchos más.

Además, la LOMCE, no ha mejorado la calidad de la enseñanza en el curso en el que estamos, ni lo hará en el siguiente, sino que la perjudica:

• Porque la diversificación (o PMAR) no estará presente en 4º ESO, obligando a finalizar la ESO a este alumnado en itinerarios ordinarios sin ningún otro apoyo.
• Las asignaturas llamadas específicas o de libre configuración (la Filosofía, la Plástica, la Música, la Cultura Clásica, la Tecnología entre otras) desaparecen en tramos perdiendo su continuidad o son reducidas en su carga horaria, perdiendo parte de su diversidad y riqueza toda la enseñanza no universitaria.
• Desaparece la Educación para la ciudadanía obligatoria para todo el alumnado, y los valores universales que tan necesarios son todavía para toda la sociedad, quedan reducidos en Valores éticos a una hora semanal sólo como alternativa a la Religión, que lejos de salir del horario lectivo y de la enseñanza pública, ahora pasa a contar su calificación para la nota media de la ESO.
• Al final de 3º ESO, cuando todavía no está suficientemente claro para ellos, el alumnado y sus familias tienen que elegir entre dos itinerarios que les deriven a Bachillerato o a FP como vías aún más cerradas, y que hace que hasta el alumnado que podría escoger FP al curso siguiente, se meta en la vía académica sólo por miedo a no poder elegir después.
• Y el curso que viene tendremos reválidas en 4º ESO que obligarán a pasar a todo el alumnado, a pesar de que en cada centro ya evaluamos y conocemos mucho mejor su evolución sus profesores, y que aunque todavía no condicione para darles el título de la ESO y para limitarles a acceder a Bachillerato ó FP hasta el curso siguiente, será la antesala de todo ello, y la CAM nos obligará con el mismo celo que en Primaria a realizarla. Parecido ocurrirá con  la de 2º de Bachillerato.

Por eso seguimos demandando que paren los recortes y se devuelvan los derechos, y mientras, seguimos remando juntos para que el barco de la escuela pública avance, a pesar del viento en contra, que sopla desde hace ya muchos años.