Maldito Parné
..."Teje tu tela en el laurel dorado, mientras oyes
zumbar los corazones, y bebe el néctar fiel de tu memoria"...Leyendo esta emotiva cita suya, nos acercamos nuevamente a una realidad confusa como la que vivió ella, en sus propias carnes, en el exilio. La desaparición del instituto, que lleva su nombre, del barrio de Hortaleza, supondría condenar a sus posibles alumnos a una especie de exilio y peregrinaje, como el que sufrió ella dando tumbos alejada de su casa por Brasil o Argentina.
Rosa Chacel perteneció a la generación del 27 y se codeó con literatos tan relevantes como Valle Inclán o Juan Ramón Jiménez. Pero tras ser condenada al exilio, por sus ideales políticos, su etapa prolífica menguó considerablemente. Con la llegada de la democracia a España, Chacel regresó a su casa, y su creatividad resucitó tras volver a escribir obras maravillosas rodeada de los suyos. ¿Por qué, entonces, el alejar de su barrio a chicos que podrían tener más tiempo para formarse entre los suyos? Los recortes son incomprensibles cuando se trata de hacerlos en temas tan sensibles como la educación. Estos chicos no tienen que alejarse de su hábitat como lo tuvo que hacer ella por meras cuestiones políticas. No hay razón que no sea económica para ello. "Maldito parné".
La simbología del laurel dorado es el álgido de la grandeza; la grandeza de la educación de nuestros chicos. Por eso los corazones de los vecinos; padres, alumnos y por supuesto profesores, intentan tejer una red de solidaridad uniendo sus corazones, para que este instituto no desaparezca del pequeño país que representa su barrio; su entorno más cercano. El néctar fiel de la memoria nos recuerda que no debemos olvidar el pasado cuando se trata de no cometer los mismos errores. Anular este instituto es como eliminar de nuestra memoria a la inigualable Rosa Chacel.
La educación no es cuestión de números. Muchos han luchado, y desgraciadamente ya no están con nosotros, para que nuestro estado de bienestar pueda mantener la educación de nuestros jóvenes. A corto plazo no destinar dinero a la enseñanza puede resultar atractivo para las estadísticas, pero los resultados a largo plazo son nefastos. Un chaval sin educación es un hombre con un futuro incierto. Por ello debemos tejer con todas nuestras energías el laurel dorado. Su mañana, el de nuestros jóvenes, es el nuestro. Para poder ver en el transcurso de su crecimiento, que todo nuestro esfuerzo a valido realmente la pena debemos luchar. Cuando veamos que hay entre ellos, algún nuevo profesor, alguna enfermera muy preparada, algún taxista formado, algún ingeniero vacacional, alguna poeta o novelista... Y quién sabe, quizá alguna ministra, embajadora o revolucionaria que vele por los intereses generales de todos nosotros. Hombres y mujeres del mañana que en su educación les permita ver que un desahucio puede dejar sin pan a un nene y con un futuro incierto a su familia. Hombres y mujeres preparados para que una panda de impresentables no les tomen el pelo y comercien con su trabajo y sacrificio en pro de un brutal ánimo de lucro.
Me despediré con otra cita de Rosa Chacel. Decía así...
...Yo no sé cómo acabará esto -nuestro exilio, si es que puede acabar-, pero en el mejor de los casos, la destrucción cotidiana nos está dejando irreconocibles.
J. Carlos G. Cabezas
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