La manida expresión del Gobierno de Rajoy de que ya estamos viviendo una recuperación económica y que vamos "por la senda correcta", como dice Montoro, sirvió para anunciar que bajarían la ratio de alumnos por aula. Lo que anunciaban era que ya podíamos volver a los niveles de 2012, antes de que se aplicara el fatídico Real Decreto-ley 14/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes de racionalización del gasto público.
En Madrid, el Consejero de Educación, Van Grieken, se ha apresurado a informar de que en nuestra Comunidad las cosas se quedan como estaban y que no habrá reducción en las ratios al menos hasta el curso 2016/2017. El Consejero ha asegurado que no hay problema, porque la ratio en Madrid es de 29 alumnos por clase y no de 36.
La experiencia en los centros, en cuyas aulas muchas veces encontramos a más de 30 estudiantes, desmiente la afirmación de Van Grieken. Tampoco salen los cálculos cuando recordamos que la Comunidad de Madrid ha despedido a 10.000 docentes interinos y la propia Consejeria reconocía en febrero de 2015 que el número de alumnos por profesor ha aumentado un 20% desde 2007/2008.
¿No estará contando el PP de Madrid a docentes con medias jornadas o un tercio de jornada como profesores con jornada completa para hacer sus cálculos?
Van Grieken afirma también que en caso de sobrepasarse la ratio, esto ocurre en los centros concertados. Y no deja de ser curioso que la Comunidad de Madrid suprime unidades en centros públicos justificando que el número de alumnos es insuficiente, mientras que da licencias de apertura de centros concertados con una ratio parecida o menor. AULAS EN LA CALLE viene denunciando esta situación que se produce en municipios como Fuenlabrada. Un claro ejemplo es el caso del CEIP Arcipreste de Hita, que con 44 solicitudes solo pudo abrir un aula de 25, mientras que colegios concertados como el colegio Alhucema contaba con dos aulas de 17 alumnos.
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