Los recortes matan y no solo los que se han cebado en la sanidad madrileña.
Llevamos tiempo denunciando cómo estos recortes han afectado prioritariamente a los más débiles. El descenso de casi un 80% del presupuesto en la atención a la diversidad, el ninguneo de los equipos de orientación, la falta de horas de coordinación entre equipos docentes, de tiempo para tutorías son la otra cara de lo que ellos llaman "excelencia".
La política educativa de la Comunidad de Madrid se encamina al establecimiento de una doble vía educativa en la que prima esa suerte de darwnismo social aplicado a la escuela que algunos teóricos de la educación ya llaman eugenesia escolar. La conversión de algunos centros educativos en "centros gueto" despojados de la mínima atención, con alumnos desatendidos por algunas familias en situaciones límite y en los últimos años, por las escuelas debido a los recortes, crea situaciones con resultados dramáticos. En esta ocasión el fallecimiento de una joven, en otras, muchas más de las que querríamos, nos encontramos con casos mucho más silenciosos, pero igualmente inadmisibles en una sociedad democrática.
¿Es que hace falta un desenlace dramático a una situación profusamente denunciada por muchas plataformas educativas para que nos tomemos en serio lo que está ocurriendo en la educación madrileña? Un centro educativo con mas de 60 alumnos con necesidades educativas especiales, que debe asumir el doble de estudiantes que hace unos pocos años (de 600 a más de 1200 estudiantes) y sin apenas modificación de la plantilla. Un solo orientador en un centro de difícil desempeño cuando la CEE recomendaría un mínimo de cinco...
Y por supuesto, la administración decide buscar al chivo expiatorio de turno. No importa que un centro de especial dificultad se encuentre con un departamento de orientación desbordado, no importa que el centro tenga que hacerse cargo de un menor atendiendo a una situación familiar a la que nadie da respuesta. ¿Dónde están los servicios sociales para estos jóvenes y estas familias? Nadie de la administración hace el menor gesto de ir a la raíz de la situación. Lo que importa es si se dio aviso por escrito o no, papeleo, burocracia, buscando a quien culpar de una nefasta política educativa que solo entiende la educación como un espacio de clasificación de futuros trabajadores y que se desentiende de las personas.
Ya basta de criminalizar a familias, estudiantes y trabajadores de los desmanes de una administración que ha hecho dejación de funciones por plegarse a las demandas insaciables de unos pocos. Digamos no.
Cecilia Salazar-Alonso
Responsable de Educación de Podemos en la Comunidad de Madrid
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