Esperanza Aguirre está convencida de que la clave para la salida de la actual crisis económica, y para prevenir las futuras, reside «en una profunda revolución» en el sistema educativo español. Y en este sentido, ha señalado a la universidad –«locomotora del saber»– como principal impulsora de esta revisión.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid ha sido distinguida esta mañana como Doctora Honoris Causa por la Universidad Alfonso X El Sabio, a petición de su Facultad de Estudios Sociales. Durante su intervención, la dirigente madrileña ha agradecido este «inmenso honor» y ha subrayado la «imperiosa necesidad de contar con una universidad de la máxima calidad» para los tiempos que corren.
En su discurso de ingreso, Aguirre ha resaltado que «la Universidad es el centro del que irradia el saber; y tendrá siempre la responsabilidad de inundar con sus descubrimientos y sus conocimientos los demás niveles del sistema educativo». También ha aprovechado la ceremonia para enaltecer la figura del Rey Alfonso X El Sabio, como «personalidad clave en la Historia de nuestra Lengua, nuestro Derecho, nuestra Historiografía y de nuestra Ciencia».
A la ceremonia han acudido numerosas personalidades de las instituciones madrileñas, como el presidente de la Comunidad, Ignacio González, así como la delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes. También han acudido los miembros del actual Ejecutivo regional como Salvador Victoria, Borja Sarasola, Ana Isabel Mariño, Lucía Figar, Pablo Cavero y Jesús Fermosel.
«El birrete, ¿con flequillo o sin flequillo?»
Fiel a su estilo, la presidenta tuvo tiempo de bromear con alguno de ellos antes de comenzar el acto. Así pidió consejo a más de uno en el momento de colocarse el birrete de Doctora Honoris Causa. «¿Cómo crees que me queda mejor, con flequillo o sin flequillo?», le preguntó a más de uno.
El Rector de la Universidad, José Domínguez Posada, ha puesto de relieve las cualidades de la actual presidenta del PP de Madrid. Destacó de ella «la coherencia con sus principios, la valentía y el tesón para defenderlos y la convicción de que los políticos están para servir a los ciudadanos sin necesidad de hurtarles su libertad». «Estoy convencido –continuó– de que la nueva doctora no tiene ningún miedo a la libertad».
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