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viernes, 19 de abril de 2013

Segundo día de encierro


Sandra nos ha enviado este correo:

Desde que os escribí últimamente han pasado muchas cosas. 

El encierro se he recrudecido; estamos confinad@s en la sala de usos múltiples y sólo nos dejan ir al baño escoltados.

Por la tarde vimos a un guardia de seguridad en el local de CC.OO. que está al lado de nuestro espacio, con la puerta abierta cerrándola; le dijimos que ellos no pueden entrar en este local y nos dicen que sólo lo estaban cerrando. Cuando les decimos que esto es ilegal y que tomaremos medidas, acaban confrontando con nosotros. Sentimos intimidación en su trato y no entendemos cómo compañeros trabajadores, a los que quizás tengamos que estar defendiendo mañana, nos traten así. Lo que confirma el experimento de Zimbardo.

Después de este suceso los sindicatos CC.OO. y UGT presentan una denuncia en el juzgado pidiendo al juez que, hasta que resuelva, adopte medidas cautelares y que permita que nos pasen comida.

Avanzada la noche, viene la Policía Nacional para interceder por nosotros. Los compañeros policías manifiestan a la empresa de seguridad que les parece inhumano el trato que estamos recibiendo. El jefe de la patrulla llama por teléfono para ver si se puede hacer algo al respecto y comunica la situación a sus superiores.

Por la mañana intentan hacernos llegar comida. Fuera, nuestr@s compañer@s están muy preocupad@s y nervios@s por nosotr@s. A raíz de este suceso, voy al baño y me dice uno de los guardias, el que nos tiene sitiados en este espacio, que a partir de ahora no podremos usar los servicios. En ese momento yo digo que quiero llamar a la Policía y al SUMMA. Rápidamente me abre la puerta otro de los guardias de seguridad y me dice que no me altere.

Intentan entrar una senadora del PSOE, Maru Menéndez y una diputa de IU, Lali Vaquero, para ver cómo estamos y no las dejan.

La mañana avanza y cada vez me encuentro peor. Tod@s nos sentimos un poco más aturdidos, cansados e indignados al reconocer que estamos en un estado de sitio, sin comida, sin abrigo y coaccionados. Los compañer@s de fuera nos envían al SUMMA. Tenemos los informes que nos da la médica, a la cual estamos muy agradecid@s, al igual que a su equipo.

Ya por la tarde me sigo encontrando mal y salgo. Estando fuera, me llega la orden del juez: ha dictado orden cautelar de que den comida a los encerrados. Cuando llego a mi casa, me entero de que primero dicen que sólo les dejan que saquen sándwiches de la máquina con dinero; después de protestar, recogen la comida que se les envía desde el exterior, pero la racionan y les hacen llegar a mis compañeros de encierro sólo una parte, la que piensan ellos que corresponde a una ración. Después de discutir otra vez, les dan más comida y, cuando están cenando, aparecen con una orden de desalojo ilegal que quieren llevar a cabo los guardias de seguridad: de un encierro sólo puede desalojar la Policía Nacional con una orden judicial.

Acabo de hablar con ellos, a las 00:30. ¡Por fin han comido! Hay gente fuera, algunos acampados desde ayer. Muchos han vuelto para apoyarles. Se preparan para pasar la noche lo mejor posible. 


Sandra


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1 comentario:

  1. Qué vergüenza!! Y que esta gente esté cobrando sueldazos de dinero público y puedan hacer estas cosas y quedarse tan campantes... Tendría que haber salido mucho más este asunto, no solo en los medios nacionales sino también en los internacionales, como ejemplo de hasta dónde puede llegar la mezquindaz de algunos políticos en un país supuestamente democrático.

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