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domingo, 17 de marzo de 2013

"DESAHOGO" (Escribe una que está harta...)

Reproducimos esta entrada firmada por Patricia en el blog UNA QUE ESTÁ HARTA

DESAHOGO


Escribe una que está harta.
Yo estoy harta.
A la luz de las declaraciones y publicaciones de estos días contra el colectivo docente, en concreto de la educación pública, ¡qué menos que desahogarme!

Como cada año, llegada la época de matriculación de alumnos/as asistimos a una, aún más salvaje de lo habitual, campaña de desprestigio de la escuela pública y sus profesionales. Y ya está bien.

Ya son numerosas las voces que argumentan el falseo de los datos que se aportan, cuya única fuente es la señora Lucía Figar, nada documentado; a la par que advierto, ya sin sorpresa, como se omiten ciertos (y suculentos) datos sobre esas oposiciones en las que se denunciaron numerosas irregularidades... Claro que tampoco hay datos sobre el número de errores cometidos por docentes de la concertada, a la que tanto alaban, ya que estos nunca concurrieron a una oposición. Aunque los hubiera, ¿mostrarían estos su capacidad o incapacidad para la actividad docente? dudoso, hoy en día.

Lo que me enfada es el insulto, me siento terriblemente insultada; si bien, como para todo ser humano, para mí es mucho más vasto el campo del saber que ignoro que el que acaparo, también es cierto que mi formación pedagógica, saber, actitud, etc. son fuentes inagotables de recursos a través de los cuales desarrollar esta profesión. 
Apuesto a que, muchos de los capaces de recordar el orden alfabético de ríos y afluentes así como las provincias que atraviesan de norte a sur sin titubear, pueden ser completamente incapaces de imprimir, tan si quiera, un mínimo de interés o curiosidad por la geografía en un aula de primaria. 

Y aquí estoy, una a la que nunca le han importado en exceso las opiniones ajenas, profundamente herida, porque, encima muchas personas se están sumando al carro desde el cual tiran piedras a este gremio sin ser conscientes que no son más que títeres en medio de una campaña con la que pretenden justificar los miles de despidos de profesionales de la escuela pública; con los cuales cubrir las espaldas a unos recortes ideológicos en un determinado modelo educativo.

Nuestra educación no es perfecta, ni nuestros docentes lo son, no lo somos y también estoy cargada de críticas al respecto, pero, ¿quién nos escucha?

No sé si cabe interponer una denuncia por el escarnio público al que nos están sometiendo, el linchamiento injusto y feroz y con el que ocultan la realidad de la educación. Porque no estoy dispuesta a quedar como una maestra ignorante, vergonzosa y, en definitiva, incompetente.

Seguro que me dejo cosas en el tintero en esta desordenada verborrea, pero, ¡eh! al menos me he quedado un poco más relajada.

Patricia.
Maestra con mucho que aprender, pues claro que sí, siempre. 

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