Tras años de incremento sostenido, los centros concertados andaluces perderán plazas escolares. Estos colegios e institutos, la mayoría de ideario católico, tendrán 60 unidades menos sufragadas con fondos públicos el próximo curso. Detrás de este descenso hay motivos demográficos, pero también una cierta intencionalidad política de laJunta, gobernada por PSOE e IU. De hecho, la mayoría de la pérdida de plazas está motivada por una decisión claramente política: la supresión del concierto a los diez centros que segregan en la escolarización y que se han negado a convertirse en mixtos. Esta medida supondrá 39 unidades menos para los concertados de la región.
El descenso de alumnado por motivos demográficos también ha influido en la reducción de plazas concertadas. En concreto, 14 unidades no se han renovado por este motivo. En los colegios de titularidad pública también se perderán 11 clases de infantil de tres años por la caída de alumnos. Pero, en términos generales, la Consejería de Educación autorizará más unidades que el año pasado en las escuelas e institutos públicos.
La titular de este departamento, Mar Moreno, anunció a principios de este año que su departamento revisaría la política de conciertos. "Si se pierde población escolar no estamos dispuestos a que recaiga sobre los centros públicos", sostuvo Moreno.
Y eso es lo que ha intentando hacer la consejería en el proceso de renovación de conciertos. Según los datos de este departamento, siete de las unidades que no se han renovado en centros privados se corresponden a clases de infantil que, de haberse concertado, hubiese implicado el cierre de aulas en colegios públicos en la misma zona de escolarización.
Los recortes están haciendo que se tambalee el sistema educativo en todo el país. En mitad de este proceso, el Ministerio de Educación ha lanzado una reforma en la que se prima a la enseñanza concertada. El texto que está tramitando el equipo de José Ignacio Wert sitúa "la demanda social" como uno de los factores a tener en cuenta a la hora de programar la oferta de plazas, algo que beneficia a los colegios e institutos de titularidad privada que se sostienen con fondos públicos.
En este contexto es en el que se encuadra la revisión de conciertos que ha llevado a cabo la Administración andaluza. La pérdida de 60 unidades es casi irrelevante si se compara con las 11.800 clases concertadas que habrá el curso que viene en toda la comunidad. Pero supone un cambio de tendencia respecto a los últimos años. Este curso se concertaron 76 unidades más que el 2011-2012. Lo mismo ocurrió hace dos años, cuando hubo 50 clases más. El incremento de unidades concertadas fue de 126 en el curso 2009-2010.
La reducción ahora de 60 clases también es un mensaje frente a las políticas que aplican algunas comunidades gobernadas por el PP, donde la balanza se está inclinando en los últimos años hacia la concertada. Moreno ha asegurado en varias ocasiones que ese no es el camino que quiere seguir la Junta. La intención de la consejería es que el reparto siga como hasta ahora: el 80% de los alumnos matriculados en la pública y el 20%, en la concertada.
La incorporación de IU al Gobierno andaluz también ha sido determinante. La coalición ha presionado para que el impacto de los recortes y del descenso de alumnos no lo asumiera solo la escuela pública. Más complicado hubiera sido romper el equilibrio actual en favor de los públicos. La legislación establece una renovación de conciertos casi automática si los colegios mantienen un nivel mínimo de alumnos. Además, el diseño de la red de centros que se ha realizado en las últimas tres décadas ha provocado que, sobre todo en grandes ciudades, se haya reducido paulatinamente la oferta en los colegios e institutos públicos. Esto ha propiciado que ahora, en tiempo de recortes, sea imposible un trasvase de alumnos en muchas zonas.
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