Reproducimos este artículo de opinión de Raquel Ortíz
LEVANTE-EMV.COM: Wert y la alternativa a la religión
Quisiera referirme al tema de la asignatura alternativa a la religión. ¿Por qué es necesario tener una asignatura alternativa a otra? ¿Debe ser la asignatura de religión materia de obligada oferta en los centros educativos? No desviemos el asunto a cómo debería ser la alternativa a esta materia, más dura o más maría. Veamos si un contenido doctrinal, dogmático y de una religión „la católica„ debe tener cabida en los programas educativos.
Un Estado laico o aconfesional debe garantizar la libertad de pensamiento para todos sus ciudadanos: igualdad para todos y privilegios para nadie en el ámbito de lo público. Nadie se opone a la práctica privada de cualquier religión fuera del ámbito público que debe proteger a todos: creyentes y no creyentes. El objeto de debate en los medios es cómo debería ser la alternativa a la religión, es decir, aceptando que exista una asignatura tapadera para aquellos que no elijan religión y que aumentan constantemente. No está de más recordar la pérdida de unas mil horas por esta asignatura en una vida escolar. Puesto que vivimos en época de recortes, conviene subrayar que la religión y su alternativa (fuerte o light) cuesta millones de euros al Estado. Pues recortemos aquí y ahorraremos para la ciencia.
La responsabilidad e hipocresía de los dirigentes del PSOE es total en esto pues han tenido múltiples ocasiones de cambiar esta situación; en su lugar, le dieron más prebendas a la Iglesia mejorando las ayudas del Estado en el Concordato, rémora del franquismo. ¿Por qué ahora critican al ministro Wert? ¿Quieren que olvidemos lo que ellos hicieron? Si ahora plantean un cambio hacia una educación laica, bienvenido sea.
No quisiera olvidarme de los sindicatos de la enseñanza que, teóricamente, apuestan por la educación laica, pero una cosa es exhibir el término y otra luchar por él. Tampoco quiero olvidarme de las asociaciones de madres y padres que tienen derecho a una educación laica y cuyos hijos que no cursan religión sufren discriminación y pérdida de tiempo con alternativas que son un cajón de sastre donde todo vale.
Seamos serios. La cuestión no es si alternativa fuerte o alternativa light. La cuestión es si las creencias religiosas, cualesquiera que sean, hay miles, deben formar parte del curriculum educativo o si, por el contrario, deben quedar en un ámbito privado y no en el público.
Y recordando los privilegios: creo que ya es hora de que los salarios de los profesores de religión sean sufragados por la institución a la que representan, ya que están allí no por una oposición, como la mayoría de los profesores, sino por un acuerdo político entre el Estado y El Vaticano: el Concordato. Ha llegado ya la hora de que los dogmas salgan del ámbito educativo: los ciudadanos serán más libres para decidir sin alternativas de tapadera.
Como maestro de religión de primaria quiero haceros llegar a todos los laicistas que me van a dear en la calle con dos niños, una mujer en paro y una hipoteca. Cualquiera de vosotros en mi situación pondría el grito en el cielo diciendo que los del pp destruye los puestos de trabajo. Esos trabajos que tantos defendeis pero que si son de los trabajadores de religión ya me quema la boca y no digo ni mu. Pues bien , en esta España ( que a mi no me quema la boca por decir España y no estado español) yo voy a defender mi puesto de trabajo, mi familia y por supuesto la enseñanza de la religión. Y usaré todo lo que esté en mi mano, al igual que hacéis vosotros, para ello, amparado siempre en la legalidad.
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