Con unos resultados que muestran en el puesto 32 sobre 50 a los escolares españoles en materias fundamentales como las matemáticas, ciencias y lectura y padeciendo una situación económica a punto del rescate, nuestros gobernantes deciden enzarzarse en una pelea sobre el uso del catalán en la educación.
Es triste ver cómo continúan distrayéndonos de lo verdaderamente importante y evitan trabajar en los problemas fundamentales.— Xavier Martínez Alonso. Badalona, Barcelona.
Estoy sorprendido, por no decir indignado, porque ante una reforma —una más— de la Ley de Educación, el debate se vuelve a centrar en los temas de religión y lenguas.
Yo me pregunto: ¿esto es lo más importante en la educación? Bajo mi humilde punto de vista bueno será dotarnos de una filosofía de la educación (con ley o sin ella) que propugne el trabajo bien hecho, la formación a costa de lo que sea para la totalidad de la población y el respeto a todas las personas sin distinción. Si lo hacemos así seguro que nadie se acordará si hemos incentivado la religión, las lenguas o lo que sea, porque habremos conseguido ciudadanos completos.— José Valentín Valentín. Sonseca, Toledo.
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