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martes, 8 de mayo de 2012

El Gobierno cambiará el temario de Bachillerato y la Selectividad


El plan de reformas enviado a Bruselas señala la nueva ruta educativa


Después de varios meses de goteo de información sobre los planes del Gobierno para cambiar el sistema educativo —con algunas idas y venidas y matizaciones de mayor o menor calado—, el programa de reformas enviado la semana pasada por el Ejecutivo a Bruselas ofrece el dibujo más completo hecho público hasta ahora, aunque un portavoz del ministerio insiste en que se trata de un punto de partida que aún puede cambiar.
Más allá de los recortes que, entre otras cosas, pretenden reducir sensiblemente el número de profesores de todas las etapas y aumentar el precio de las matrículas universitarias, el documento habla de modificar los temarios de bachillerato y de la posibilidad de cambiar la Prueba de Acceso a la Universidad (Selectividad). Se justifica que el cambio del currículo de bachiller es por la “necesidad de concentrar esfuerzos en las materias instrumentales o troncales”. Las asignaturas comunes en los dos cursos de la etapa son: Educación física; Filosofía, Historia de España, Lengua y literatura y Lengua extranjera. Sin cambiar las actuales modalidades (ciencias, letras y artes), se trata de “conciliar la necesidad de concentrar esfuerzos con las posibilidades de diversificación”, lo que se puede interpretar como una posible reducción de optativas.
Además, el texto dice que se está estudiando un proceso de evaluación externa al final del bachiller que puede acabar con la modificación de la actual Selectividad. El ministerio no quiere aún dar detalles al respecto, pero esa evaluación externa recuerda a la antigua reválida que recuperó la ley educativa impulsada por el PP en 2002 (LOCE), pero que no llegó a entrar en vigor. Un aprobado en lo que se llamó la Prueba General de Bachillerato era necesario para obtener el título y acceder a la Universidad. Los alumnos que no la aprobasen podrían pasar a la FP de grado superior tras una prueba. Cada centro universitario podría hacer después un examen de acceso a las carreras que quisiera, como los que actualmente se realizan en las facultades de Bellas Artes.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, dijo la semana pasada en declaraciones a Efe que no se puede mantener tal y como está una prueba que “no selecciona nada” y que “carece absolutamente de filtro de acceso a la Universidad y de valor sustantivo”. Y añadió: “Tal como está concebida ahora, lo que hace es que la mitad del segundo curso de bachillerato se dedique exclusivamente a la preparación del examen”.
También habla el documento enviado a Bruselas de revisar las evaluaciones y las condiciones para pasar de curso en las etapas anteriores, es decir, en primaria y la ESO. Wert matizó la semana pasada que aún no está decidido si se podrá obtener el título de ESO con algún suspenso (ahora se permiten hasta tres, también para pasar de curso) o si se diferenciará de alguna manera el título de los que pasen con todo aprobado.
Se repensarán además los Programas de Cualificación Profesional Inicial, los cursos para que los estudiantes a los que se les da peor el instituto aprendan las bases de un oficio. Tras los últimos cambios del Gobierno socialista, estos programas, de dos años de duración a los que se podía acceder a los 15 años, daban un certificado de profesionalidad emitido por el Ministerio de Trabajo y acceso directo a la FP de grado medio. Además, aprobando unos módulos voluntarios, también se podía obtener el título de la ESO.

El ministerio estudia 
hacer una 
“evaluación externa” 
al final del bachiller
La reforma de la secundaria arranca, en todo caso, dice el documento, en 4º de la ESO. Ya no habla el Gobierno en ningún momento del bachillerato del tres años (ahora tiene dos) que mencionó el presidente Mariano Rajoy en el debate de investidura. En lo que quedado esta idea es en un último curso de la ESO con itinerarios especializados hacia la FP o el bachillerato, algo muy parecido a lo que aprobó hace unos meses el anterior Gobierno socialista. El modelo del actual ministerio se diferencia del anterior en que habrá menos asignaturas comunes y más específicas de cada vía, según explicó un portavoz del departamento hace dos meses.
También ofrece algún detalle más el texto enviado a la UE sobre el proyecto de FP dual inspirado en el modelo alemán, que combina trabajo y estudios. En realidad, solo una parte de las experiencias piloto serán como en Alemania; estas estarán vinculadas al nuevo contrato laboral para la formación y el aprendizaje. La otra parte consistirá simplemente en aumentar los periodos de prácticas no remuneradas de los alumnos en empresas, que ahora son de medio curso.
Artículo publicado en El País.

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