Desde la Plataforma por la Escuela pública de Aranjuez nos envían este artículo
Educación: cambio de modelo, qué oportunidad
Héctor Anabitarte
La crisis es una oportunidad para que la derecha lleve adelante en la educación pública un cambio de modelo. No se trata sólo de recortes. Mediante la disminución de los presupuestos de la educación pública, se persigue el deseado objetivo de generalizar un sistema que favorece a los que más tienen y perjudica a los que menos tienen. Un sistema educativo que refleja sin ambigüedad una sociedad de clases. La derecha no cree (no le conviene) en la igualdad de oportunidades y entre otros motivos porque está conforme con que haya clases, en donde una acapara el poder y tiene bajo su control a las otras.
En España un millón de personas trabajan en el mundo de la educación. Un yacimiento de posibles negocios a repartir entre los amigos y si, además, a través de la educación se puede manipular ideológicamente, resulta más evidente que estamos ante una mina a explotar hasta la última veta. Se hace un excelente negocio a corto plazo y simultáneamente, a largo plazo, se educa en la continuidad de un sistema basado en la desigualdad que no tiene nada que ver con el esfuerzo personal del destinatario final de la educación. Masificar las aulas, despedir miles de docentes, reducir becas, desprestigiar la escuela pública, tiene un objetivo: que haya aún más desigualdad corresponde a la lógica perversa que indica lo repetido tantas veces por quienes pretenden que nada cambie: unos están destinados a mandar (como sus padres y abuelos) y otros a obedecer (como sus padres y abuelos). Si se altera esta lógica se podría desembocar en cambios profundos. La educación pública obligatoria, gratuita, laica, considerada como una inversión para el futuro y un garante de la movilidad social, es lo que se pretende destruir. Para el PP es necesario abolir este sistema educativo. Tal como está (o estaba) se trata de un instrumento muy peligroso. Desde la educación pública se crean las condiciones para utilizar la crítica y cuestionar, se accede a una serie de conocimientos, provoca cambios profundos en las costumbres, etc. La derecha lo sabe, se trata de una "bomba" que tiene que desactivar, y esta crisis (que ella ha provocado) es una oportunidad que no quiere desaprovechar.
Esta es la circunstancia más favorable: la mayoría absoluta del Partido Popular en el Congreso de los Diputados se lo permite. Por eso se apresura y desata una verdadera "guerra relámpago" para tomar la fortaleza de la educación bombardeando las murallas de igualdad que la protegían en el prácticamente desaparecido Estado de Bienestar.
El PP ha perdido la calle (esa que tanto transitó pancarta en mano acompañado por los obispos cuando gobernaba Zapatero) y las encuestas indican que el Gobierno se está desgastando. No importa. Ya lo tenían previsto. El poder es suyo. Lo afianzará en cuanto se apodere de la televisión pública y una vez quemado el bosque... El escenario cambia pero se trata de una vieja historia. Cuando apareció la imprenta, los administradores de la palabra escrita se alarmaron y se apresuraron a incrementar censuras, persecuciones y a encender hogueras. Basta ver lo que se está haciendo con Educación para la Ciudadanía de donde desaparece la homofobia y mientras tanto un obispo cura homosexuales y lo publicita por la televisión pública. Ya que está podría intentar curar la pedofilia.
http://anabitarte.wordpress.com
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