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martes, 10 de abril de 2012

Medio millón de alumnos más y 6.400 millones menos para educación


El recorte anunciado por el Gobierno y el que ya han hecho las comunidades supone una rebaja de más del 12% en la inversión educativa desde 2010

Aumentar el límite de alumnos por clase contradice el proyecto de presupuestos del Ejecutivo


El tijeretazo de al menos 3.000 millones en educación anunciado por Gobierno apunta hacia los recortes de personal, básicamente profesores, cuyos sueldos representan (o lo hacían en 2009) algo más del 70% del dinero invertido por las administraciones educativas: Ministerio de Educación y, sobre todo, consejerías de Educación de las comunidades autónomas. Esto se suma al recorte educativo que ya han hecho de 3.400 millones en los últimos dos años. ¿Cómo se va a hacer? El Ministerio de Educación dice que primero tiene que hablarlo con las autonomías, que son las que realmente tienen que llevar a cabo los recortes. Pero las principales ideas que están sobre la mesa son subir el límite legal de alumnos por aula (ahora el máximo es de 27 en primaria y de 33 en secundaria) y aumentar las horas de clase que dan los profesores a la semana (un máximo de 25 en primaria y de 21 en secundaria), es decir: con clases más llenas y docentes que enseñan más horas, lógicamente, harían falta menos profesionales.
UGT calcula que si todas las comunidades aumentan las horas de clase que dan los profesores (la jornada de estos sigue siendo la misma, lo que pasa es que tendrán menos tiempo para hacer otras actividades de refuerzo, preparar clases, atender a las familias, corregir exámenes...), como ya han hecho algunas comunidades como Madrid, Galicia, Castilla-La Mancha, Cataluña o Navarra, las plantillas de profesores de escuelas e institutos públicos perderán casi 23.000 profesores, es decir, en torno a un 5% del profesorado. Eso, si se suben en todas las comunidades las horas lectivas hasta el límite legal marcado ahora mismo, así que los recortes de docentes pueden ser mucho mayores si se aumenta ese límite legal y además los alumnos por clase.
Desde el Gobierno también se está barajando subir el precio de las matrículas universitarias y reducir el número de carreras eliminando las que tienen pocos alumnos. Pero para hacerse una idea de la dimensión de los recortes educativos hay que sumar estos 3.000 millones anunciados ahora a los mas de 3.400 millones que ya han recortado de sus presupuestos en los dos últimos años las comunidades autónomas y el Ministerio de Educación, lo que suman al menos 6.400 millones de tijeretazo, es decir, algo más del 12% de bajada con respecto al gasto público en educación de 2010.
Pero, además, el impacto de la bajada es todavía mayor, pues coincide con un aumento del alumnado en los últimos dos cursos de más de un 6,6%: en los colegios e institutos españoles hay 320.000 estudiantes más que hace dos años, y en las universidades, 200.000 más. Así, el gasto por alumno que hace unos años colocaba a España por encima de la media de la OCDE -en lo que insiste el Gobierno una y otra vez- está cayendo dramáticamente. El servicio de estudios de CCOO calcula que esos 6.400 millones de recorte supondrán una bajada de más del 25% en el gasto por alumno en los colegios e institutos en apenas dos años.
Los sindicatos y las asociaciones de padres han advertido sobre los efectos negativos que tendrán estos recortes sobre un sistema educativo que aún tiene que mejorar mucho para ser un motor económico en lugar de lo que muchos señalan como un lastre. Además, los recortes llegan en un momento en el que, gracias entre otras cosas a la crisis, el abandono escolar temprano (los jóvenes que dejan de estudiar sin ni siquiera el título de bachillerato o FP) se ha reducido a su nivel más bajo: en torno al 26,3%, en 2011; en 2009 era el 31,2%. Es decir, que los recortes llegan justo cuando los recursos probablemente hacen más falta para sostener esa tendencia.

Contradicción con sus propios presupuestos

Los expertos han discutido mucho en los últimos años, sin ponerse de acuerdo, sobre la importancia de reducir el número de alumnos por clase para mejorar los resultados. Por ejemplo, el último informe Pisa de la OCDE (examen a los alumnos de 15 años de 66 países) asegura que es más eficaz pagar mejor a los docentes que bajar el número de alumnos por profesor. Pero otros especialistas aseguran que aumentar el número de alumnos por clase empeorará la calidad de un sistema muy necesitado de reformas.
De hecho, si el Gobierno impulsa un aumento del límite de alumnos por clase estará entrando en contradicción con los objetivos que se ha marcado en su propio proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que dicen, entre otras cosas: “El programa de Educación secundaria, formación profesional y Escuelas Oficiales de Idiomas, que tiene como objetivo tratar de responder a los requerimientos de la sociedad a través de una apuesta decidida por la mejora de la enseñanza sostenida con fondos públicos, considerando esencial la plena escolarización e insistiendo en la necesidad de obtener las ratios profesor/alumnos, alumnos/grupos, cada vez más favorables”.
En realidad, por mucho que insista el Gobierno en que también en relación de alumnos por profesor España está mejor que muchísimos otros países desarrollados, lo cierto es que, en lo que respecta al número medio de alumnos por clase, está casi en la media en primaria (21,1 frente a 21,4) y por encima en secundaria: 24,3 frente a 23,7.
Algo parecido ocurre con las horas lectivas de los profesores españoles de la enseñanza pública. En primaria, solo hay dos países europeos cuyos profesores tengan más horas de clase: Alemania y Malta, con 26 en lugar de 25 semanales, según el último informe sobre los sistemas escolares europeos del portal de estadística educativa de la EU, Eurydice. En secundaria, otros tres países tienen ese límite de 21 horas semanales que existe en España (Letonia y Luxemburgo y Liechtenstein), 11 tienen más horas (Bélgica, Alemania o Escocia) y otros 16, menos (Bélgica, Dinamarca o Francia, entre otros).
Artículo de El País.

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