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domingo, 12 de febrero de 2012

Wert: "La excelencia no es para todos"

El diario ABC publica una entrevista con el ministro de Educación en la que desvela claves sobre la reforma educativa, los cambios que se promoverán en los centros concertados, las becas escolares y los programas de excelencia ("No puede ser que al empollón se le considere un «friki»", dice).

Destacamos algunas de las preguntas y respuestas:

—Se suprime cuarto de la ESO y el bachillerato y la FP aumentan de dos a tres años. ¿La medida reducirá la tasa de abandono escolar?
—Es el gran objetivo. El último año de la ESO es ahora muy desmotivador, sin itinerarios. Es donde se concentra una tasa mayor de repetición y la decisión de no continuar los estudios. Existe una tasa menor de abandono escolar temprano cuanto antes se permite la elección de itinerario. En Alemania se produce a los 12 años. La ESO se mantiene técnicamente igual porque la educación obligatoria se mantiene hasta los 16 años. Ese curso de iniciación a la FP o al bachiller equivale a cuarto de la ESO, solo que con mayor diversificación curricular.


—Hay una gran preocupación en los centros concertados, sin bachillerato o FP, a los que la medida les va a afectar.
—Habrá que adaptarlos. Los cambios en la arquitectura de un sistema educativo requieren de ciertas adaptaciones. Lo que no se puede considerar es que esto sea un trauma insuperable. Con esta filosofía, para no crear traumas, pues nada, seguimos con este sistema espléndido que tan espléndidos resultados da que un tercio de los alumnos no sigue en él.
—Es normal la incertidumbre.
—Lo entiendo. Les vamos a ayudar. Al menos con la filosofía adecuada porque nosotros no tenemos la gestión, que es de las autonomías. Se va a tener en cuenta que el coste de la transformación sea el mínimo y se van a dar todas las facilidades.
—Los centros subvencionados reclaman un cambio en la financiación. ¿Cómo se va a abordar?
—Esto ha estado muy discutido por parte del anterior Gobierno con el sector. Tanto, que los centros concertados pensaban que se iba a dejar firmado un reglamento y no se ha firmado. Hay una tarea pendiente que vamos a afrontar sin tardanza. Es una de nuestras prioridades.


—¿Cómo va a potenciar en la escuela a los alumnos sobresalientes, como propone?
—Hemos dejado de lado la cultura de la evaluación. La excelencia apenas tenía recompensa simbólica. No se trata solo de no hacer muchas diferencias para que los niños no incurran en prácticas de emulación negativa, sino de lo contrario. No puede ser que al empollón se le considere un «friki».


—¿Qué le parece la idea de separar grupos por niveles?
—Bueno, eso ya es una cuestión instrumental. Sí le puedo decir que estoy de acuerdo en propiciar, no diría tanto una separación o segregación, sino una consideración potenciadora de la excelencia que se ha plasmado en algunas iniciativas, como en la Comunidad de Madrid. Pensar que crear un entorno facilitador de la excelencia es segregador me parece un disparate.
—¿Se separan grupos o no?
—No digo que no sea exactamente eso. Si se le da valor a los que obtienen resultados excelentes de los que no ya estás creando incentivos. La excelencia no es para todos.


—¿Cómo se va a cambiar el criterio de asignación de las becas?
—Merece un análisis. Ahora mismo cualquier peticionario que cumpla con las condiciones de la convocatoria tiene derecho a beca. En las universidades basta con que se supere con un aprobado el 80% de los créditos o el 60% en algunas carreras. Se admite que el nivel de corte entre el aprobado y el suspenso es suficiente para acreditar el interés y el talento. Esto tiene que cambiar.


—Los centros reclaman más presupuesto para implantar el estudio en inglés y el contexto económico no acompaña.
—Es una preocupación legítima. Pasar de estudiar inglés a estudiar en inglés requiere de medios. Básicamente, que el profesorado no nativo tenga un conocimiento robusto, y que esto se pueda complementar con auxiliares de conversación, los «teaching assistants». Es verdad que ahí hay menos recursos, pero, nunca ha habido tantos recursos gratuitos «on line». Internet es un facilitador de la enseñanza de idiomas formidable.

Lee la entrevista completa aquí

2 comentarios:

  1. No solo en esta entrevista, sino en otras declaraciones públicas del señor ministro, parece conocer, ensalzar y señalar como modélico al sistema educativo alemán. Y apropósito de eso, de momento, querría comentar:

    Efectivamente, como usted nos dice, en el sistema alemán el alumno "elige", o mejor dicho, se le exige a través de una rígida clasificación por nivel, que decida su itinerario a la edad de 12 años, y si bien de cara a la excelencia del alumnado tal criterio hace que todo gire sobre ruedas, ofreciéndole a los más avanzados o excelentes la posibilidad de cursar su Bachillerato no en dos o tres cursos, sino en solo UNO(¿verdad, señor Ministro?, también es cierto que, como efectivamente usted dice,"la excelencia no es para todos", y de ahí que el sistema educativo alemán, tanto estatalcomo concertado y privado, organice otras vías o itinerarios para los menos excelentes o medios, y los absolutamente no excelentes o lo que aquí llamaríamos alumnos de compensatoria o de necesidad educativa especial o de clara desventaja social. Y es así que por ejemplo, podemos asistir, por poner un ejemplo nada más, a los cursos de idioma oficial que la Volkshochschule (o Escuela Superior de Pueblo)ofrece de manera absolutamente gratuíta para todo alumno inmigrante que no domine suficientemente la lengua a la hora de escolarizarse en el nivel que corresponda a su edad(primaria, formación profesional, secundaria o de universidad), En otro momento, no hoy por abreviar, podemos hablar de cómo posteriormente se paga o devuelve al estado lagratuidad del periodo de estudios,pues no es gratis "para siempre" mientras siga viviéndose en el país.
    Junto a los bachilleratos acelerados y de excelencia, pues, existen otros, llamémosles, "a la española", o sea, normalitos de dos años,o de tres si hay que repetir. Y por parte de la iniciativa privada y concertada,por poner otro ejemplo y, como veréis muy distinto al español, el movimiento de Escuelas Waldorf o de Escuelas Montesori, suele recoger, atender y ocuparse con buen porcentage de éxito y desde criterios más pedagógicos que productivos, a todos aquellos alumnos que, ¡hay que decirlo!, fracasan en el sistema "oficial" porque en su aún no madura adolescencia, son incapaces de encajar desde los criterios de productividad, la EXIGENCIA de "elegir" a los 12 un itinerario. De manera que la oficialidad educativa, atendiendo la enorme diversidad social del país, no solo no desacredita, sino que (¿quizás debido a su riqueza, u opulencia?)favorece y facilita prácticamente cualquier via de formación educativa, y es el caso que un alto porcentaje de escuelas Waldorf y Montesori son lo que aquí llamamos concertadas, pero no para los excelentes, precisamente, sino para los que aquí llamamos "fracasados". ¿Curioso, verdad?. (CONTINUA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO)

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  2. Y todavía algo más, también curioso, he conocido escuelas privadas dedicadas a la educación de cualquier tipo de alumnos, que, por lejanísima para nosotros españolitos ideología pedagógica libertaria, se convierten en tales: en Privadas, para impedir que el estado imponga sus contenidos curriculares, reduciendo la educación para la libertad, a educación para la productividad. Y os preguntaréis quizás quién financia tales proyectos y escuelas. Pues, queridos amigos y querido señor ministro, están financiadas por industriales adinerados que, a pesr de su fortuna y riqueza, siguen, como grandes idealistas alemanes que también son, siguen pensando (mientras nadan en dinero)que la educación es algo fundamentalmente dedicado a la formación en libertad, de la libertad. Y, ¡qué curioso!, no se trata de industriales comunistas, o anarquistas, o izquierdistas, o ecologistaspacifistasverdesrojos, se trata de un profundo espíritu de librepensadores de larga tradición germana que siguen trbajando para no vender nunca su espíritu, y el del ser humano, a la también humana ambición.
    ¿Podría usted hablarnos, señor ministro, de la excelencia educativa de este sistema alemán, también a través de los ejemplos que describo?, ¿Podría usted contarnos con algo más de detalle del que describo, en qué consiste lo que quiero llamar EXCELENTE ESPÍRITU EDUCATIVO PARA LA LIBERTAD, que, como le digo, el propio Estado alemán acepta y fomenta?. Disculpe, señor ministro, pero la excelencia del sistema educativo alemán, tal como usted nos la cuenta, es parcial, escasa y de SU conveniencia partidista. La excelencia plural de aquel sistema es eso, más plural y más amplia de lo que usted nos describe, ¿verdad, señor ministro?

    Perdón por la extensión.

    Un "profe español"...en estos "críticos momentos" de Compensatoria, pero abierto a cualquier nivel, claro, también al excelente si se diera el caso, o sea: a disposición de la pluralidad y diversidad educativa multicultural.

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